Skip to main content

#Mujeresquedanlacara desde Kenia

#Mujeresquedanlacara desde Kenia

Alboan colabora con el Servicio Jesuita a Refugiados-Kenia a través de una iniciativa de microcréditos y talleres de gestión de pequeños negocios para personas refugiadas urbanas.

Kawangware, es una barriada marginal a las afueras del bullicioso Nairobi en Kenia,  en la que se estima que viven alrededor de 90.000 personas. Muchas de ellas, son refugiadas urbanas, que han huido desde países cercanos (o lejanos) para protegerse y labrarse una vida mejor.

Allá, junto a su familia, vive Daud Anita. Ella sabe que no volverá su tierra natal porque huyó de la República Democrática del Congo cuando asesinaron a su marido en 2016. Se subió en el remolque de un camión de los grandes, con sus hijos pequeños, hasta alcanzar la periferia de la capital keniata. Esta esquina del mundo, Kawangware, es uno de los asentamientos informales más grandes del continente africano, y vivir aquí no es nada fácil. Sus habitantes parecen no dormir nunca, en las calles siempre  hay movimiento y el acceso a agua saneada es complicado.

“Al llegar”, nos cuenta Anita, “nos quedamos en casa de una amiga y con mucho trabajo conseguí poner en marcha mi pequeño restaurante de comida west-africana, pero las cosas se complicaban porque yo no conseguía alimentar a mis hijos y mi negocio no iba bien”.

La red africana de Mujeres en Marcha de Alboan busca acelerar procesos de empoderamiento individual y colectivo de cientos de mujeres y niñas, migrantes y refugiadas. El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) de Kenia participa en esta red con una iniciativa de microcréditos y talleres de gestión de pequeños negocios para personas refugiadas urbanas.

Daud Anita, es una de las participantes del proyecto, y cuenta las mejoras que había podido realizar en su tienda de comida para hacer frente a la crisis de la pandemia global:

“Yo hago y vendo comida típica de África occidental. Mi amiga me animó a apuntarme al programa de microcrédito y he aprendido mucho. Antes de la subvención, nos formamos en técnicas de ahorro y en mejoras para nuestros negocios. Todo esto lo hago porque quiero que mis hijos vayan a la escuela. Es muy importante para mí, y es mi tienda la que me lo permite y me ayuda a pagar también mi casa. Estoy muy feliz de aprender a llevar mi negocio. Aconsejo a mis amigas y amigos que acudan para que puedan hacer como yo y consigan avanzar.”

La historia de Daud Anita nos invita a reflexionar acerca de la importancia de crear y poner en marcha programas, que aspiren a ampliar las oportunidades económicas y a proporcionar formación adecuada y orientada a la gestión de negocios y emprendimientos, a las mujeres migrantes y refugiadas en Kenia. Su testimonio, refuerza lo que en Alboan ya sabíamos: que la autosuficiencia económica y el derecho al trabajo son condiciones fundamentales para la emancipación social y personal, ya que propicia oportunidades y recursos mínimos para asegurar derechos sociales básicos como son: la alimentación, educación o la vivienda, que garantiza en definitiva una vida digna para este colectivo y sus familiares.

Artículo de Saioa Fernandez Herrera y Oihana Sancho de Aranzabal

 

Conoce Mujeres en Marcha: mujeresquedanlacara.alboan.org