Violencias que cruzan fronteras: mujeres y niñas en situación de riesgo
Las violencias contra las mujeres se manifiestan en formas diversas pero lo que es incuestionable es que atraviesan culturas y fronteras, afectando a mujeres de todas las edades y orígenes. En todo caso, algunos grupos son especialmente vulnerables.
En vísperas del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, abordamos la realidad que confrontan grupos especialmente vulnerables, como las mujeres migrantes, las mujeres indígenas y las niñas.
La violencia contra las mujeres migrantes: detonante y amenaza durante todo el trayecto
La migración femenina está profundamente influenciada por la violencia de género, que no solo impulsa a muchas mujeres a abandonar sus hogares, sino que también las expone a nuevos peligros a lo largo de su ruta y en los destinos que alcanzan. Las normas de género y los roles tradicionales limitan sus oportunidades y las vuelven más vulnerables, convirtiendo el viaje migratorio en una experiencia marcada por abusos, agresiones y una constante amenaza a su integridad física y emocional.
En regiones como África Subsahariana y Centroamérica, la combinación de factores sociales, políticos, económicos y ambientales profundiza esta vulnerabilidad. El cambio climático, la falta de empleo digno y los conflictos agravan las condiciones de vida, impulsando a miles de mujeres a migrar en busca de una vida más segura. Sin embargo, durante el tránsito enfrentan violencia basada en género, como robos, extorsiones y agresiones sexuales, y al llegar a su destino, muchas se encuentran con discriminación, racismo institucional y exclusión social, quedando atrapadas en un ciclo de violencia y marginación.
Para enfrentar estos desafíos, es necesario un enfoque integral que aborde la violencia como causa y consecuencia de la migración femenina, permitiendo políticas que respondan a sus derechos y necesidades. En Alboan trabajamos en proyectos de apoyo y empoderamiento para mujeres migrantes, refugiadas y desplazadas mediante programas como Mujeres en Marcha para apoyar esta labor y contribuir a un futuro en el que las mujeres puedan vivir con dignidad e igualdad.
La violencia contra las niñas: una constante en todo el ciclo migratorio
La migración es una realidad compleja que afecta de manera especialmente grave a las niñas, quienes enfrentan múltiples tipos de violencia en sus procesos migratorios, desde abusos sexuales y violencia física hasta exclusión social. Estos riesgos se presentan tanto en situaciones de conflicto y posconflicto, donde la violencia de género se intensifica, como en tiempos de paz, ya que las estructuras sociales perpetúan desigualdades y roles de género que afectan a las niñas y mujeres migrantes.
A pesar de los desafíos, muchas niñas migrantes muestran gran resiliencia, demostrando que con el apoyo adecuado pueden reconstruir sus vidas y contribuir a sus comunidades.
En Alboan denunciamos esta problemática invisibilizada y trabajamos para crear entornos seguros para las niñas en situación de movilidad forzada. Su labor incluye campañas de sensibilización, apoyo integral y la defensa de políticas migratorias que protejan sus derechos y garanticen acceso a servicios básicos.
Te invitamos a sumarte a esta causa y a apoyar el cambio necesario para que las niñas migrantes puedan vivir libres de violencia y con oportunidades de desarrollo. La protección de las menores debe ser una prioridad global, ya que su futuro impacta directamente en el bienestar de nuestras sociedades.
La mujeres que defienden nuestra tierra
A medida que la crisis climática se intensifica, quienes defienden los ecosistemas enfrentan amenazas graves, muchas veces letales, por parte de quienes buscan explotar los recursos naturales. Según Global Witness, solo en 2023, 196 personas fueron asesinadas por su labor en defensa de la tierra, el agua y la vida; desde 2012, más de 2.100 personas han muerto en esta causa, entre ellas, muchas mujeres.
Las mujeres, especialmente aquellas de pueblos indígenas y afrodescendientes, viven un desafío doble. No solo enfrentan represalias por oponerse a industrias extractivas y defender su territorio, sino que también sufren discriminación de género dentro de sus comunidades. La violencia que enfrentan se ve agravada por la falta de protección y la impunidad, que permite que los crímenes queden sin castigo y crea un clima de miedo que silencia a potenciales defensoras.
La lucha por los derechos humanos y la defensa del medio ambiente son causas inseparables. La violencia y el silencio que rodean estos crímenes demandan apoyo y acción para proteger a quienes, arriesgando sus vidas, luchan por un planeta más sostenible y justo.
En suma, las violencias contra mujeres y niñas es una problemática compleja y multifacética. Abordarla requiere visibilizar las diversas experiencias y trabajar en soluciones inclusivas que respeten los derechos de todas