La menstruación: una cuestión de Derechos Humanos y empoderamiento en Chad
¿Qué tiene que ver la menstruación con los derechos humanos y el arte? ¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? Seguramente no…pero son dos cosas íntimamente relacionadas.
En Chad, los servicios sociales básicos son débiles y existen enormes diferencias entre las ciudades y el campo en cuanto al acceso a los servicios básicos como la salud y el saneamiento. Las estimaciones más recientes muestran un 78% de acceso al agua potable en las zonas urbanas, en comparación con el 32%, en las zonas rurales y sólo el 3% de la población de las zonas rurales tiene acceso a acceso al saneamiento básico y el 82% practica la defecación al aire libre.
En este contexto, la situación del agua y el saneamiento en las escuelas es muy alarmante ya que el 78% de las escuelas no tienen aseos, y cuando éstos existen no son bien mantenidos. Tan solo un 10% de las escuelas, tiene retretes separados para niños y niñas. Esto nos da un ratio de 235 niños-as por cada retrete.
Con estos datos, podemos hacernos una idea de lo difícil que puede resultar para una adolescente, poder cambiarse de compresa o utilizar con higiene y seguridad los productos de higiene menstrual.
A la falta de instalaciones (como aseos separados para chicos y chicas) y de agua, hay que sumar la existencia de tabús y creencias en torno a la menstruación que hacen muy difícil la vida de estas chicas. A muchas chicas se les prohíbe ir a la iglesia, a trabajar, a tener relaciones sexuales o incluso comer ciertos alimentos cuando tienen la regla. Creencias como que la sangre de la regla es sucia, contaminante y vergonzosa, obliga a las jóvenes a esconder los productos sanitarios, a tirarlos en cualquier sitio para que la gente no los vea. En ciertos lugares el flujo menstrual se relaciona con la magia negra, lo que impide a muchas mujeres salir de casa durante la menstruación.
Las mujeres y las niñas suelen ser demasiado tímidas para hablar de la menstruación y no se sienten libres para buscar información o consejo médico en caso de tener reglas dolorosas o anormales. A menudo las chicas se sienten enfermas y traumatizadas cuando tienen la regla por lo que prefieren quedarse en casa sin acudir al colegio y sin hacer ninguna actividad social.
Cómo repercute esta situación en el ejercicio de los Derechos Humanos de adolescentes y mujeres
Derecho a la salud y ODS 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
Si las chicas no tienen información ni productos ni instalaciones adecuadas, gestionan mal sus periodos, utilizando productos absorbentes poco higiénicos, que tienen efectos adversos para la salud y los tabúes o el estigma les impiden acudir al médico cuando tiene dolores fuertes.
Derecho a la educación y ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
Los tabús, la vergüenza y el rechazo social, impiden a estas niñas y adolescentes acudir al colegio cuando tienen la regla.
Derecho a la no discriminación e igualdad de género y ODS 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Se estima que las niñas y jóvenes pueden llegar a perder hasta 2 meses de colegio a causa de la menstruación lo que les pone en una situación de desventaja y discriminación frente a los chicos.
Derecho al agua y saneamiento y ODS 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
El no tener acceso a un aseo seguro, con agua y jabón, impide a las niñas y jóvenes tener una higiene digna.
¿Qué es la pobreza menstrual y cómo estamos ayudando a que esta situación cambie en Chad?
La pobreza menstrual hace referencia a millones de mujeres y niñas de todo el mundo que no pueden permitirse los productos menstruales o el acceso a instalaciones de agua y saneamiento para gestionar su salud e higiene menstruales.
En 2019, empezamos a trabajar en Bongor y Gounou Gaya (al sur de Chad) con nuestra organización aliada APLFT, para que la menstruación no sea un problema para las mujeres a la hora de ejercer sus derechos humanos. Durante estos años hemos formado en diferentes escuelas los “Clubes de Derechos Humanos” a través de los cuales se reparte información, se sensibiliza y se trabaja la higiene menstrual, todo ello con personal cualificado y en un entorno seguro. A través de actividades lúdicas de expresión artística, los y las adolescentes, trabajan diversos temas de la menstruación.
Mediante charlas educativas con personal sanitario, informamos sobre menstruaciones seguras, esto incluye información sobre los aspectos biológicos de la menstruación, los ciclos menstruales, la eliminación de los tabúes, las prácticas sanas e higiénicas relacionadas con el cambio, el lavado, el secado y la eliminación del material menstrual.
También es muy importante que las adolescentes con menos recursos puedan tener acceso a compresas y jabón. Para ello, también hemos repartido kits de higiene femenina, que contienen toallas sanitarias desechables y reutilizables, ropa interior, jabón y artículos relacionados.
Es igualmente importante comprometerse con los padres, hombres y los niños, incluyendo a líderes religiosos y autoridades locales, para concienciarlos sobre los tabúes y las prácticas menstruales. Así, trabajaremos también con el área de infraestructuras de ambas comunidades para construir instalaciones sanitarias que faciliten la gestión de la menstruación con el fin de para practicar el cambio, el lavado, el secado y la eliminación los productos sanitarios de forma segura, privada e higiénica.
Transformando vidas, ciclo a ciclo
Cada paso hacia una menstruación digna y segura es un paso hacia la igualdad y los derechos humanos. Con tu apoyo, podemos garantizar que más niñas y mujeres en Chad tengan acceso a productos de higiene, educación y espacios seguros. Ayúdanos a romper los tabúes, construir instalaciones adecuadas y empoderar a estas jóvenes para que no tengan que elegir entre su salud y su futuro. Juntas, podemos transformar vidas y crear un mundo más justo.