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La CPAL y su compromiso con el desarrollo integral en América Latina y el Caribe

La CPAL y su compromiso con el desarrollo integral en América Latina y el Caribe

La Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina y el Caribe (CPAL) desempeña un papel crucial en la coordinación y colaboración entre las 12 Provincias y las 2 Regiones de la Compañía de Jesús en esta región. Bajo la dirección de su presidente, Rafael Garrido, la CPAL elaboró un plan apostólico común que define sus prioridades hasta el 2027. Durante una conversación enriquecedora, Garrido compartió detalles sobre los desafíos y objetivos que marcan el rumbo de esta organización.

 

Las tres prioridades del plan apostólico común


El plan estratégico de la CPAL se fundamenta en tres prioridades principales:

  • El acercamiento a Dios a través de los ejercicios espirituales y el discernimiento: Este eje busca profundizar la conexión espiritual de las personas con Dios, guiándolas hacia un mayor sentido de propósito y fe.
  • La amistad social como puente entre fe y justicia: En palabras de Garrido, “la relación entre fe y justicia es intrínseca a la Compañía de Jesús”, por lo que esta prioridad se centra en promover valores que fortalezcan el tejido social en armonía con el evangelio.
  • El fortalecimiento interno de la organización: Este aspecto abarca formación, comunicaciones y el trabajo en red, lo que permite a la CPAL abordar la misión “de una manera novedosa y pertinente”.

 

El protagonismo de las mujeres en la misión jesuita


La presencia de las mujeres en las estructuras de la Compañía de Jesús ha crecido significativamente en los últimos años. «Hoy en día vemos a más mujeres liderando redes, centros sociales, educativos y pastorales. Su participación va en aumento y gana protagonismo», destacó Garrido. Este avance natural responde a un compromiso con la colaboración y a una creciente conciencia sobre las vulnerabilidades que enfrentan las mujeres.

En muchas de las obras apostólicas jesuitas, como escuelas y proyectos sociales, se han incorporado líneas estratégicas dedicadas a atender estas vulnerabilidades. Este enfoque no solo refleja un compromiso con la justicia, sino también con la dignidad y el bienestar integral de las mujeres.

 

 

 

Trabajo en red: una riqueza y un desafío


La CPAL se define como un ecosistema de articulación que opera tanto a nivel intra como supraprovincial. Un ejemplo destacado de esta colaboración es la Red Jesuita con Migrantes, que opera desde México hasta Chile. Este esfuerzo multidimensional incluye organizaciones especializadas, como el Servicio Jesuita para Refugiados, pero también involucra parroquias, universidades con centros de investigación y otros actores sociales comprometidos con la movilidad humana.

«Contamos con una riqueza enorme y una diversidad que, aunque compleja de coordinar, nos permite lograr aprendizajes significativos», señaló Garrido. Este trabajo conjunto incluye tanto a personas laicas como religiosas que forman parte del cuerpo apostólico en América Latina y el Caribe, así como a colaboradores internacionales que comparten la misión global de la Compañía de Jesús.

 

La colaboración internacional y los retos actuales


La cooperación internacional se ha convertido en un pilar fundamental para enfrentar las desigualdades estructurales en América Latina. Garrido enfatiza que esta colaboración debe entenderse como una unión de esfuerzos, no como una simple relación funcional. “La misión es global, y tanto jesuitas como laicos, religiosas y religiosos contribuimos al desarrollo de propuestas alternativas para transformar las causas de la injusticia”.

Sin embargo, la percepción de esta cooperación varía según los contextos políticos. «Desde algunos gobiernos latinoamericanos se está empezando a ver la cooperación internacional como una injerencia, especialmente aquellos alejados del bien común», comentó Garrido. A pesar de estas restricciones, la CPAL interpreta estas reacciones como una señal positiva: “Si hay preocupación, es porque estamos tocando temas que afectan al bien común”.

 

Una visión de esperanza y transformación

 

A medida que avanza su plan apostólico común, la CPAL reafirma su compromiso con la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Desde la promoción de redes de apoyo hasta el fortalecimiento de su estructura interna, esta organización demuestra que el trabajo colaborativo y la fe pueden ser motores de cambio en América Latina y el Caribe.

El testimonio de Rafael Garrido pone de manifiesto que, pese a los desafíos, la misión de la Compañía de Jesús sigue siendo una luz de esperanza para quienes buscan un mundo más equitativo y solidario.