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Lyudmila: «Todo lo que nos era familiar y querido quedó atrás»

Testimonio guerra de Ucrania

Lyudmila describe su ciudad natal de Pokrovsk como "una pequeña ciudad minera cargada con un destino difícil y trágico" y "destrozada por la guerra". Sin embargo, era SU ciudad natal y albergaba todos los recuerdos entrañables de su vida. 

Entonces, la guerra llegó a su puerta. Como ella misma recuerda: "Debido a los devastadores bombardeos, mis dos hijos, que entonces tenían 5 y 9 años, mi madre y yo nos vimos obligados a abandonar nuestra casa, nuestros trabajos y huir. Todo lo que nos era familiar y querido quedó atrás: los recuerdos de la infancia feliz de mis hijos y las pertenencias que nos unían a mi difunto marido".

Pero dejar su ciudad natal era sólo el primer reto y no estaba segura de cuál sería su siguiente paso. "Viajamos hacia lo desconocido. Es una sensación terrible, no saber lo que te espera mientras asumes la responsabilidad de toda una familia", recuerda. "Sin ingresos y con recursos limitados, acabamos viviendo varios meses en una habitación de guardería que normalmente servía de sala de juegos para los niños. Quince personas compartíamos el espacio y dormíamos en colchones en el suelo. Aun así, era mejor que vivir con miedo constante en casa", añade.

Más tarde, Lyudmila decidió trasladarse a Lviv para proporcionar cuidados especiales a su hijo menor, donde conocieron al JRS. Como ella dice: "El destino nos llevó al JRS. Si no hubiera sido por este encuentro con el JRS, no sé si nos hubiéramos podido arreglar solos en estas circunstancias". 

Lyudmila y su familia han llamado hogar al refugio del JRS durante dos años y en él han encontrado mucho más que alojamiento. "Este apoyo es inestimable. El apoyo psicológico y el tiempo que nos han dado para adaptarnos a nuestra nueva vida han sido especialmente valiosos. Sentimos cuidado y apoyo en todo. La oportunidad de hablar y ser escuchados es muy importante para nosotros", explica. 

De cara al futuro, por desgracia, la situación sigue siendo incierta. "La situación sigue siendo inestable y extremadamente difícil para el país, pero pensamos quedarnos en Ucrania", dice al mirar hacia el futuro. 

El JRS trabaja junto a la Red Xavier, Concordia Moldova, la Compañía de Jesús en Europa, la sociedad civil local y las ONG en una respuesta jesuita coordinada. Juntos ayudamos a miles de personas como Lyudmila. Puedes leer más sobre La Única Propuesta: la respuesta coordinada de los jesuitas para apoyar la crisis de Ucrania.