Evaluación de Programas de Empoderamiento de Mujeres: Metodología y Aprendizajes desde Mujeres en Marcha

En Alboan hemos dedicado años a diseñar, implementar y perfeccionar intervenciones dirigidas al empoderamiento de mujeres en contextos de extrema vulnerabilidad. Nuestro programa Mujeres en Marcha (MeM) representa un compromiso profundo con las mujeres y niñas africanas supervivientes de violencia, especialmente en situaciones de migración, refugio y desplazamiento forzado. La evaluación de programas de empoderamiento de mujeres no es para nosotros un mero trámite final, sino una herramienta estratégica de aprendizaje y rendición de cuentas. A través de este artículo, compartimos nuestra metodología, enfoques y las claves que consideramos esenciales para una evaluación rigurosa y transformadora.
La Importancia de una Evaluación con Enfoque de Género y Derechos
La evaluación que estamos diseñando para el programa Mujeres en Marcha se fundamenta en la convicción de que para medir un impacto real, es necesario ir más allá de los indicadores cuantitativos. Nuestra mirada evaluativa integra de forma transversal el enfoque de género, el enfoque de derechos y el enfoque de participación. Esto significa que situamos a las mujeres como protagonistas de sus procesos de cambio, reconociéndolas como sujetas de derecho y agentes activas en la evaluación, no como meras beneficiarias.
Trabajamos con la Teoría del Cambio para comprender las relaciones causales entre nuestras actividades y los impactos logrados, y aplicamos los criterios de evaluación CAD (pertinencia, eficacia, eficiencia, impacto y sostenibilidad). Esta combinación nos permite no solo saber "qué" ha cambiado, sino "cómo" y "por qué" se han generado esos cambios en la vida de las mujeres y en las organizaciones que las acompañan.
Metodología de la Evaluación: Escucha Activa y Contextos Específicos
El diseño metodológico de nuestra evaluación de programas de empoderamiento de mujeres prioriza la escucha activa y la creación de espacios seguros. Reconocemos que las historias, aspiraciones y valoraciones de las mujeres son la fuente de información más valiosa. Para ello, empleamos herramientas participativas que se adaptan a sus ritmos, tiempos y códigos culturales, siempre bajo una estricta ética feminista y el principio de "no hacer daño".
Un aspecto crucial es la contextualización de los procesos migratorios. Nuestra evaluación se despliega en cinco países africanos (Nigeria, RDC, Burundi, Marruecos y Sudáfrica), considerando las distintas fases del desplazamiento: origen, tránsito y destino. Esto nos permite captar las particularidades de cada contexto y cómo estas condicionan y enriquecen las estrategias de empoderamiento.
Selección de muestras representativas
Trabajamos con una muestra significativa de las mujeres participantes y de las siete organizaciones locales que han implementado el programa durante sus cinco años de recorrido.
Multilingüismo y diversidad cultural
Contemplamos la interpretación y traducción en lenguas locales como el hausa y el swahili, garantizando que la comunicación sea sensible y efectiva.
Perspectiva local-global
Articulamos los aprendizajes a nivel local con su relevancia en escalas regionales y globales, extrayendo lecciones que puedan influir en políticas y prácticas más amplias.
Alcance y Enfoque de la Evaluación en Nuestro Programa
El alcance de nuestra evaluación es integral. Abarca las tres líneas de acción centrales del programa Mujeres en Marcha:
- Estrategias de medios de vida y generación de ingresos: Evaluamos cómo las iniciativas económicas han contribuido al reposicionamiento social y económico de las mujeres.
- Acompañamiento psicosocial: Analizamos la efectividad del apoyo psicosocial para la recuperación de las mujeres supervivientes de Violencia Basada en Género (VBG).
- Fortalecimiento de capacidades institucionales: Valoramos cómo se ha incorporado la equidad de género en la cultura y las operaciones de las organizaciones aliadas.
Nuestra evaluación se centra en evidenciar los cambios generados en dos niveles interconectados:
- En las vidas de las mujeres: Buscamos comprender cómo el programa ha influido en sus procesos de empoderamiento personal, económico y social, y si estos cambios responden a las aspiraciones que ellas mismas identificaron en el diagnóstico inicial.
- En las organizaciones aliadas: Documentamos la transformación en las capacidades y la perspectiva de género de las entidades locales, evaluando si ha habido un cambio de mirada en su forma de trabajar con y para las mujeres.
Preguntas Orientadoras para una Evaluación con Sentido
Las preguntas de evaluación que guían nuestro proceso están diseñadas para generar aprendizajes profundos y accionables:
- ¿Qué ha cambiado en las vidas de las mujeres en estos 5 años en las líneas de acción centrales del Programa? ¿Desde la perspectiva de las mujeres los cambios generados en sus vidas han respondido a las aspiraciones vitales identificadas en el diagnóstico?
- ¿En qué medida las organizaciones locales han incluido la perspectiva de género y el trabajo pro-equidad como un eje transversal de sus misiones? ¿Cómo ha transformado esto su forma de acompañar a las mujeres?
- ¿Qué aprendizajes comunes podemos extraer respecto al despliegue de las líneas del programa para mujeres en movilidad y supervivientes de violencias?
Hacia una Rendición de Cuentas que Amplifique Voces
Para nosotros, en Alboan, la evaluación de programas de empoderamiento de mujeres es un acto de transparencia y un compromiso ético. El proceso de rendición de cuentas que construimos no se limita a informar a donantes; es un mecanismo para amplificar las voces de las mujeres protagonistas. El informe final y los productos de socialización estarán dirigidos a diversos públicos, con el objetivo de que los hallazgos enriquezcan futuras intervenciones, inspiren nuevas adhesiones al programa y contribuyan a la transformación de las estructuras que generan exclusión.
Evaluación de Programas de Empoderamiento de Mujeres: Nuestros Pilares Fundamentales
Creemos firmemente que una evaluación bien construida, con enfoques sólidos y una metodología participativa, es la piedra angular para demostrar el impacto real de nuestro trabajo y, lo que es más importante, para honrar la resiliencia y la fuerza de las mujeres a las que acompañamos.