Paso a paso, la educación avanza

Más de 17.000 personas han participado en Corre por una Causa, el circuito solidario organizado por Entreculturas y Alboan. Kilómetro a kilómetro, la solidaridad se ha convertido en impulso para defender el derecho a la educación en contextos de emergencia. Esta es la historia de una movilización que demuestra que el deporte también puede transformar realidades.
Un circuito abierto
Durante la primera mitad del año, catorce ciudades españolas han sido escenario de una misma causa: correr para apoyar el derecho a la educación. Más de 17.000 personas se han sumado a la 14ª edición de Corre por una Causa, el circuito de carreras solidarias promovido por Entreculturas y Alboan. Desde León —donde arrancó la primera prueba en febrero— hasta Barcelona, pasando por Madrid, Bilbao, Córdoba, Úbeda, Zaragoza, Valladolid, A Coruña, Vitoria, Pamplona, Santiago de Compostela y Valencia, el mensaje fue claro: cada paso cuenta.
La edición de este año ha tenido un carácter especial. Con la mirada puesta en un mundo interconectado, se propuso a los participantes reflexionar sobre cómo las crisis —aunque geográficamente lejanas— pueden impactar a todas las personas del planeta. Frente a esa realidad compartida, la carrera se convirtió en un acto simbólico y concreto de apoyo a quienes más lo necesitan.
Educación en emergencia: el corazón de la causa
Los fondos recaudados —más de 150.000 euros— se destinarán a proyectos en Líbano, Tanzania, Chad y Valencia. Allí, Entreculturas y Alboan trabajan para que niños y niñas en situación de emergencia puedan acceder a un espacio seguro donde formarse, jugar y desarrollarse. La finalidad es clara: que la educación no se detenga, ni siquiera en los contextos más frágiles.
Además del circuito popular, se organizaron también carreras escolares en siete ciudades: Gijón, Cádiz, Oviedo, Vigo, Badajoz, Valencia y Jaén. Estos encuentros no solo involucraron al alumnado, sino también a sus comunidades educativas, promoviendo jornadas donde la participación deportiva se combinó con espacios para reflexionar y reivindicar el derecho universal a la educación.
Pilares esenciales
Una movilización de esta magnitud no habría sido posible sin el compromiso de 853 personas voluntarias. Su labor —discreta pero decisiva— sostuvo la logística y organización de las carreras en cada punto del país. Fueron manos que montaron, coordinaron, guiaron y animaron, demostrando que el tiempo y la entrega también son formas de correr por una causa.
A su lado, más de 70 empresas colaboradoras hicieron posible esta edición aportando financiación, apoyando la difusión del circuito e involucrándose activamente con su voluntariado corporativo. Esta alianza entre organizaciones sociales y el sector privado refleja un modelo de cooperación comprometida, donde cada actor suma desde sus capacidades.
“Es una propuesta muy especial porque aúna deporte y solidaridad”, destaca Javier Mielgo, responsable de Comunicación de Alboan. “El deporte tiene la capacidad de unirnos y movilizarnos por causas justas como ésta de la infancia en emergencia; en definitiva, una competición donde todas las personas salimos ganadoras”.
Una causa que sigue su curso
Aunque el grueso del circuito ha concluido, la meta aún no se ha alcanzado del todo. El próximo 17 de octubre, la ciudad de Tudela acogerá una nueva edición de Corre por una Causa, una última oportunidad este año para seguir sumando pasos por la infancia.
Mientras tanto, el mensaje resuena con fuerza: cuando miles corren por un objetivo común, la educación avanza. Cada kilómetro recorrido, cada inscripción, cada gesto voluntario y cada euro recaudado son piezas de un mismo movimiento: garantizar que, incluso en medio de la emergencia, ningún niño o niña se quede sin aprender, sin jugar, sin crecer.