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8 de Marzo, un clamor mundial por la equidad de género

8 de marzo, un clamor mundial por la equidad de género

El 8 de marzo es el día en el que las mujeres de todos los continentes se unen para conmemorar años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Un día para celebrar la vida de tantas mujeres que luchan por participar en la sociedad en pie de igualdad junto a los hombres. Un camino que, a pesar de los avances conseguidos en algunos países, sigue presentando grandes retos culturales, sociales, económicos y políticos en la mayor parte del mundo.


Cualquier proyecto que quiera sacar del caos y el empobrecimiento a los países del "Sur", tendrá que poner en el centro a las mujeres, ya que éstas siempre se llevan la peor parte.

En ALBOAN queremos sumar a la reivindicación del 8 de marzo a las mujeres de otros contextos con más vulnerabilidad que el nuestro, para unir sus voces al clamor mundial por la equidad de género.

En nuestra sociedad podemos gritar “no queremos ser valientes, queremos ser libres”. En otros países las mujeres sólo pueden ejercer su libertad y  hacer escuchar su voz desde la valentía que supone arriesgarse a poner en juego su vida, la de sus familias o comunidades.


Consolata no sabe leer ni escribir

Consolata no sabe leer ni escribir. Nunca pudo ir a la escuela. Sus padres ni se lo plantearon: una mujer no lo necesita y, además, tiene cosas mucho más importantes que hacer. A los seis años se encargó de sus hermanos. Los llevaba atados a la espalda mientras iba a por agua y luego a por madera. Luego hacía el fuego, trabajaba el “fufu” (una pasta maleable que es la comida base de África Central) y también limpiaba la cazuela. A los 13 años se quedó embarazada y entonces ya empezó a cuidar a sus propios niños. Consolata está desesperada y no sabe qué hacer. 

¿Qué puede hacer? ¿Buscar algunas clases de alfabetización para personas adultas? Pero ella no se ve capaz de aprender a hacer cuentas ni a escribir, y menos en francés.

En dos meses Consolata acabará el curso de cocina que está haciendo, pero ya ha perdido la esperanza de encontrar trabajo en la ciudad. Volverá a casa y todos los días su marido, que acaba de volver a casa después de 8 años en la guerrilla, estará borracho desde las diez de la mañana. Para sobrevivir Consolata tendrá que hacer algún pequeño negocio como comprar arroz y revenderlo en montoncitos a las vecinas. 

Consolata no sabe qué hacer. Pero no pierde la esperanza de poder estudiar algún día ."

 

Y como Consolata hay millones de mujeres en África y en el mundo. 

Mujeres a las que se les niegan sus derechos: el derecho a la educación, el derecho a elegir a su pareja, el derecho a elegir ser o no ser madre, el derecho a ganar un mismo salario por un mismo trabajo, el derecho a no sufrir violencia por ser mujer, el derecho a participar de la vida pública y se les ha arrancado también la posibilidad de ofrecer una vida digna a sus hijos e hijas.

Debemos terminar con la invisibilidad de la mujer y su sufrimiento: violencia de género; explotación laboral; explotación sexual; exclusión educativa...Los abusos tienen raíces tan profundas que si no se consiguen comprender, las soluciones que lleguen de fuera nunca serán más que parches. 

Desde la ONG ALBOAN queremos acercar y llamar la atención sobre la situación de las mujeres, traer las voces de miles de mujeres valientes que cada día pelean por mejorar sus vidas, las de sus familias y las de sus comunidades. Nos sumamos a las reivindicaciones de la jornada, y al clamor de las mujeres por la equidad de género.