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7 años de guerra en Siria: protejamos la educación

7 años de guerra en Siria: protejamos la educación

Desde Entreculturas y ALBOAN queremos responder al llamado de JRS, movilizando a la opinión pública en torno a la urgencia de proteger la educación para proteger a su vez la infancia que está siendo víctima del conflicto tanto dentro como fuera de las fronteras sirias. Queremos además defender una cultura de la hospitalidad en nuestros países. Asimismo, pedimos al Gobierno que apueste por políticas que contribuyan a tales fines tanto a nivel nacional, como de la UE y en el marco de las Naciones Unidas.

Desde que comenzó la guerra en Siria en 2011 se estima que más de 5,5 millones de personas han huido del país, 6,1 millones se han desplazado internamente, 450.000 ha perdido la vida y 1,5 millones han resultado heridas. La guerra ha sido y continúa siendo devastadora no solo en términos de víctimas mortales y desplazados, sino también en lo que respecta a la destrucción de las instituciones y los sistemas necesarios para el funcionamiento del país. 

Millones de personas han huido del asedio para encontrar refugio. Millones de niños y niñas han sido víctimas de la violencia en el camino a la escuela o cuando se encontraban en ella. Además, otros muchos se han visto privados de su derecho a la educación dentro su país en guerra o cuando han tenido que huir del mismo. 

A lo largo de estos 7 años de conflicto, que se ha recrudecido en las últimas semanas, 2'4 millones de niños y niñas sirias han visto interrumpido el ejercicio de su derecho a la educación (1'75 mil siguen en Siria y 730 mil se encuentran en países limítrofes como Líbano) y uno de cada tres centros escolares sirios han sido destruidos o están destinados a otros usos. Privar a niños y niñas de su educación supone perder su presente y su futuro, sus posibilidades de aprender, jugar y vivir una infancia y una vida adulta con dignidad. Ese tiempo no se recupera.

La mayor parte de los 12 millones de personas en situación de desplazamiento forzado han sido acogidas en países limítrofes como Líbano, Jordania, Turquía e Irak, que cuentan con menos recursos y servicios para ello. En este contexto, la Unión Europea restringe la acogida de personas que huyen del conflicto en nuestros países a través de la firma de acuerdos como el Tratado UE- Turquía, que opera en la retención de los flujos de personas con derecho a asilo hacia Europa a cambio de una retribución económica.

Nuestro trabajo con personas refugiadas en Líbano junto a JRS

Líbano acoge a un millón de personas refugiadas sirias en la actualidad. Se trata de un país pequeño y, sin embargo, es el tercer país que más refugiados acoge en todo el mundo, siendo el que más población refugiada tiene en relación a su población total. El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), que está presente en la zona desde 2008, trabaja en Líbano garantizando el derecho a la educación de 3.500 niños y niñas refugiadas, una labor que apoyamos desde Entreculturas y ALBOAN. 

La atención a estos 3.500 niños y niñas comprende su matriculación en el colegio, el mantenimiento de las infraestructuras educativas y el equipamiento de las aulas, la distribución de materiales educativos, el desayuno escolar diario y materiales de higiene básicos, el transporte, la formación al profesorado, la realización de actividades extracurriculares y la atención psicosocial a estudiantes y familias de las escuelas. 

En Bourj Hammoud, que se encuentra en la capital, Beirut, apoyamos la educación de 150 niños y niñas refugiadas urbanas en un centro de aprendizaje acelerado que proporciona educación a nivel de primaria y secundaria mediante el uso de ordenadores para refuerzo escolar y su inserción en el sistema educativo libanés. En Baalbek y Bar Elias, ambos en la región de Bekaa, al este del Líbano, 2.363 niños y niñas ejercen su derecho a una educación de calidad en condiciones de seguridad y protección en un total de 6 escuelas. Igualmente 1.074 niños y niñas refugiados sirios de dos escuelas en Nahrya y Telyani tienen acceso a una educación que contribuye a su inserción en el sistema educativo libanés.

También trabajamos en En Jbeil (Biblos), atendiendo a 300 familias sirias que han llegado a Líbano huyendo de la guerra y que necesitan ayuda humanitaria. Trabajamos para aumentar su resiliencia a través de visitas a domicilio y distribución de alimentos para su supervivencia.

La educación y la infancia deben protegerse dentro y fuera del conflicto

Desde Entreculturas y ALBOAN queremos responder al llamado de JRS, movilizando a la opinión pública en torno a la urgencia de proteger la educación para proteger a su vez la infancia que está siendo víctima del conflicto tanto dentro como fuera de las fronteras sirias. Queremos además defender una cultura de la hospitalidad en nuestros países. Asimismo, pedimos al Gobierno que apueste por políticas que contribuyan a tales fines tanto a nivel nacional, como de la UE y en el marco de las Naciones Unidas.

  • Exigimos que el papel de España en los diferentes espacios internacionales impulse de manera protagonista el respeto al Derecho Internacional Humanitario y la protección de las escuelas en el Consejo de Derechos Humanos, y trabaje por un política migratoria y de asilo europea que sea coherente con los derechos humanos.
     
  • Exigimos también que España garantice una forma más eficaz de compartir la responsabilidad frente a los grandes movimientos migratorios, en lugar de concentrar a los refugiados en los países limítrofes a los conflictos, que genera frecuentemente nuevas situaciones de vulnerabilidad y de malestar. El Gobierno español puede y debe hacer mucho más para favorecer la llegada de personas refugiadas por vías legales.
     
  • Finalmente, España debe recuperar e invertir en una política pública de cooperación al desarrollo (AOD) robusta ya que 8 de cada 10 personas refugiadas viven en países menos desarrollados y limítrofes con las zonas de conflicto por lo que los Gobiernos de acogida necesitan fortalecer sus políticas de integración para que las personas refugiadas pueden ejercer sus derechos, como el de la educación.
     
  • Asimismo, España debe aumentar la financiación destinada a la educación en situaciones de emergencia y conflicto, de forma significativa y predecible a lo largo del tiempo destinando un total dell 4% del total de la ayuda destinada a acción humanitaria a la educación en emergencias y avanzar con paso firme hacia el 6% destinado actualmente por la UE.