La violencia contra las mujeres: detonante y amenaza durante todo el trayecto migratorio
La movilidad humana es un fenómeno complejo que exige un enfoque de género para comprender su impacto en las mujeres migrantes. Para ellas, la violencia no solo es una de las causas principales de su desplazamiento, sino una constante amenaza a lo largo de su ruta y en los destinos que alcanzan.
Cada una de sus historias está marcada por situaciones de abuso y agresión que las obligan a migrar y que, frecuentemente, se repiten durante el tránsito. Además, los roles tradicionales y las normas de género no solo limitan sus oportunidades, sino que las exponen a nuevas violencias en cada etapa de su camino.
Forzadas a huir
Para muchas mujeres, la migración es una respuesta desesperada a una cadena de factores de riesgo, con la violencia de género en el centro de este entramado. Su decisión de partir no es libre: nace de la falta de protección en sus comunidades, junto a la inestabilidad política, pobreza extrema y amenazas constantes a su seguridad.
En África Subsahariana, por ejemplo, los desplazamientos resultan de una combinación de causas sociales, políticas, económicas y ambientales que afectan gravemente a las mujeres. Esta región, que alberga a más de 1.200 millones de personas, enfrenta las secuelas del cambio climático, como sequías y hambre, agravando la inseguridad que las impulsa a migrar.
En Centroamérica, la migración femenina también está marcada por la violencia generalizada, los conflictos socioambientales y un sistema económico que agudiza la pobreza. La falta de empleo digno y estabilidad afecta especialmente a las mujeres, muchas de las cuales trabajan en la economía informal, quedando aún más vulnerables ante la necesidad de migrar por razones económicas.
Una ruta de constante peligro
Durante el tránsito migratorio las mujeres enfrentan una violencia específica, basada en su género. No solo son víctimas de robos y extorsiones; también sufren secuestros, agresiones sexuales y violencia física. En muchos casos, la violencia es tan común que terminan por normalizarla como una estrategia de supervivencia.
La ruta hacia Estados Unidos a través de Centroamérica y México, así como los caminos hacia Europa desde África, son extremadamente peligrosos. Para muchas, el abuso comienza antes de salir de sus países de origen y se agrava en el trayecto, exponiéndolas a riesgos que elevan su nivel de vulnerabilidad.
La llegada al destino: nuevas formas de discriminación y violencia
Ser migrante y mujer crea una doble carga de discriminación. Las mujeres migrantes en situación irregular no solo sufren la invisibilización de su existencia, sino también una violencia de género que se entrelaza con el racismo y la exclusión. Con frecuencia, enfrentan el rechazo de las instituciones, que, al no considerarlas ciudadanas, las relegan a la invisibilidad, limitando su acceso a servicios básicos y perpetuando el ciclo de violencia.
El racismo institucional es otra barrera que se manifiesta en la negación de recursos y la criminalización de su presencia. Este tipo de discriminación sistémica crea un entorno de exclusión en el que las mujeres migrantes quedan atrapadas, sin alternativas claras para mejorar sus vidas.
La violencia, un hilo común en toda la experiencia migratoria
La violencia hacia las mujeres no se limita a sus lugares de origen, sino que se reproduce y amplifica a lo largo de su recorrido y en los países de destino. Abordar la migración femenina desde un enfoque que considere la violencia como causa y consecuencia de su desplazamiento es esencial para desarrollar políticas que realmente respondan a sus necesidades y derechos.
Solo con esta visión integral podremos avanzar hacia un futuro en el que las mujeres puedan vivir sin miedo, con dignidad y en condiciones de igualdad, ya sea en sus hogares o en los lugares donde decidan rehacer sus vidas.
En Alboan colaboramos y trabajamos en proyectos de emancipación y desarrollo de las mujeres, jóvenes y niñas y en proyectos que respondan a las necesidades de mujeres que han sufrido de violencia en contextos de movilidad forzosa.
Así que si quieres apoyar nuestro trabajo por el empoderamiento de las mujeres migrantes, refugiadas y desplazadas de todo el mundo; súmate a nuestro programa Mujeres en Marcha. Tu donación es vital para que este proyecto siga funcionando.