Yovanny Bermudez SJ, director del JRS-Venezuela: “La reconstrucción del país supone colaboración y trabajo conjunto”
A mediados de junio ALBOAN recibía la visita de Yovanny Bermúdez, director del Servicio Jesuita a Refugiados, JRS-Venezuela. Con él hemos tenido la oportunidad de conversar acerca de la situación que vive el país y de la necesidad de reconstruir su tejido social.
El Servicio Jesuita a Refugiados, JRS-Venezuela debe hacer frente a tres grandes retos. En primer lugar el JRS en su horizonte de Acompañar, Servir y Defender tiene la responsabilidad de minimizar los efectos de la crisis sobre las personas vulnerables en materia de salud, alimentación y acompañamiento psico-social, tanto individual como comunitario. En segundo lugar JRS-Venezuela acompaña procesos de reconciliación y restauración, como ejercicio fundamental de derechos y acciones encaminadas a la construcción de la ciudadanía. Por último, el JRS está llamado a proponer experiencias, para que en colaboración con otras organizaciones -tanto de la Compañía de Jesús, de la Iglesia, como de otros sectores de la sociedad venezolana- sienten las bases para la reconstrucción de una sociedad pacificada.
¿Qué nos puede decir acerca de los desplazamientos humanos que se están dando en Venezuela actualmente?
Y.B.: Los procesos de migración forzosa que se están viviendo en Venezuela en la actualidad, principalmente hacia Colombia, Perú y Chile, exponen a la población a situaciones de extrema vulnerabilidad, ya que los países establecen controles en sus fronteras que ponen en peligro la seguridad de las personas. La población venezolana migrante se encuentra además en situación vulnerable porque su estatus no es claro: ¿son personas migrantes, refugiadas, exiladas?
¿Puede contarnos con qué organizaciones están colaborando?
Y.B.: Colaboramos con Fe y Alegría, con quienes compartimos programas de acompañamiento en escuelas. También trabajamos con el Centro Gumilla, que es pionera en organización comunitaria en todo lo relativo a procesos de reconstrucción de tejido social. En cuanto al trabajo con jóvenes mantenemos varias alianzas. En primer lugar tenemos una estrecha colaboración con el Movimiento Juvenil Huellas que nos brinda la oportunidad de entrar en contacto con población juvenil para concienciarles acerca de los riesgos de la migración y lo que supone para adolescentes que aún no han finalizado sus estudios. También participamos con el Proyecto Javier para jóvenes del ámbito universitario que les proporciona una posibilidad de trabajo en Venezuela incorporándose al equipo del JRS-Venezuela como personal contratado o voluntario. Además colaboramos con universidades como la del Tachira y la Universidad Católica de Caracas. La Universidad del Tachira, situada en la frontera con Colombia, genera espacios de reflexión e investigación sobre la situación de la migración en la zona. Con la Universidad de Caracas colaboramos en el fortalecimiento de espacios y redes de reconciliación y la construcción de nuevos mensajes en torno a la paz y la no violencia.
¿Cómo afrontan el futuro desde el JRS?
Y.B.: Nuestra esperanza está en la reconstrucción del país y esto supone colaboración y trabajo conjunto para poner los pilares para una Vida Buena que sea inclusiva, y que respete la diversidad. Creemos que es posible que se la construcción paulatina de la solidaridad. La actual situación de crisis nos ha hecho más solidarios y solidarias, nos ha permitido reconocer al otro como un hermano y hermana y eso supone una transformación. Reconciliarse significa sanar heridas. El gran resto es no odiarnos, sino aceptarnos. Y al aceptarnos lograremos construir el país que queremos y que soñamos.