Pamplona se volcó con las personas migrantes
El domingo 7 de octubre la capital navarra por tercer año consecutivo se volcó con las personas migrantes y refugiadas en una jornada entrañable y llena de buen humor, organizada por la ONGD ALBOAN, el Colegio San Ignacio y el Centro Loyola, y con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea. La Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y México será la destinataria de los fondos recaudados en un evento que se enmarca en la campaña Hospitalidad (www.hospitalidad.es) impulsada por la Compañía de Jesús.
VER FOTOGRAFÍAS: ALBOAN e Ignacio Solla.
Después de la eucaristía en la Iglesia de la Inmaculada, el Colegio San Ignacio acogió actividades deportivas, juegos, talleres infantiles, y el ya tradicional “bocata solidario” en un ambiente muy animado. A las 12.30 una marcha de varios cientos de personas recorrió el centro de la ciudad hasta la antigua estación de Autobuses. Alumnado, padres y madres, profesorado y gente ajena al centro educativo quisieron así mostrar su cercanía a quienes tienen que abandonar sus hogares en busca de una vida digna.
Una vez ya en la antigua estación de autobuses Carlos Moraza SJ, director del Colegio San Ignacio, Ignacio Aranzadi, como responsable del Centro Loyola de Pamplona, y Javier Andueza, coordinador de ALBOAN en Navarra, saludaron y agradecieron la participación. Andueza señalo que con esa jornada se quiere “dar respuesta a una realidad de dolor que nos interpela. Queremos mirar esa realidad e implicarnos, no solo en la labor de cooperación para el desarrollo y acción humanitaria que realizamos en terreno sino en el cambio de percepciones sobre el refugio y la migración, y la implicación de la ciudadanía para atender esta situación en clave de justicia”.
Javier Andueza añadió que este año el apoyo se centra en Centroamérica ya que “alrededor de 400 mil personas procedentes de Centroamérica se desplazan anualmente en dirección a México, Estados Unidos y Canadá, debido a la pobreza, la exclusión, la falta de oportunidades laborales y los desastres naturales debido a la vulnerabilidad ambiental.”
A continuación se sirvió una comida popular para 400 personas a la que siguió una verbena con el grupo musical Los Habituales, que puso el broche final a la jornada.
