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El llamado por la justicia de las comunidades indígenas se hizo escuchar en las Naciones Unidas

Una representación de Alboan acompañó a organizaciones aliadas de la Panamazonía al 13º Foro de Empresas y Derechos Humanos
El llamado por justicia de las comunidades indígenas se hizo escuchar en las Naciones Unidas

En la sede de Ginebra de las Naciones Unidas se celebró del 25 al 27 de noviembre el 13º Foro de Empresas y Derechos Humanos. Una cita donde los pueblos indígenas y comunidades de todo el mundo alzaron sus voces ante representantes de empresas y de las instituciones internacionales, exigiendo justicia y respeto a sus territorios, a sus derechos y a sus vidas. Nuestra compañera Sara Diego del equipo de Incidencia política de Alboan participó y acompañó a compañeras de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), en el marco de nuestro compromiso con las comunidades más vulnerables.

La REPAM, organización aliada de Alboan, participó en espacios del foro de gran relevancia para el proceso de conectar con organizaciones de defensores y defensoras de Derechos Humanos, que se suman en la lucha por la defensa de los derechos de los pueblos en cada región.

Se trata de un espacio de incidencia fundamental para un mayor aprendizaje y conocimiento de mecanismos para avanzar en la lucha. Y no exento de momentos emotivos como el protagonizado por Esly Banegas, de Tocoa, Honduras, que, recordando, junto con otras mujeres la muerte de los líderes y defensoras, hacía alzar a la voz a toda la sala diciendo: «Desde el mundo y el Aguán, justicia para Juan», en honor de Juan López, asesinado hace pocas semanas en su ciudad.

 

Vulneraciones en la Panamazonía


Entre múltiples encuentros y entrevistas con diversos interlocutores, destacó el espacio en el que Sara Jimena, lideresa campesina de Amazonía colombiana, presentó el Informe de la REPAM sobre Vulneraciones de Derechos Humanos en la Panamazonía, detallando sus siete ejes principales: defensoras y defensores de la Casa Común; gobernanza y participación; mecanismos de rendición de cuentas: garantía de los Estados y responsabilidad de las empresas; tierra, agua y aire sacrificados en el bioma esencial para la regulación climática global; Acuerdo de Escazú; territorio: libre determinación; y, por último, selva y ríos. 

En una segunda parte se socializaron cada uno de los casos de los países de Bolivia y Colombia, con las problemáticas que generan un daño latente a la Amazonia.

 

Alza tu voz con las mujeres que defienden nuestra tierra

 

Durante el transcurso del Foro la delegación puso el acento en los impactos generados por las actividades empresariales como la deforestación, la minería, la agroindustria y la explotación de los recursos naturales a nivel general. Se recalcó que el modelo económico extractivista cuestiona la vida y supervivencia de las comunidades, y que debe existir un mecanismo de verificación en los Estados más contundente alrededor de las acciones y el impacto de las empresas en los territorios. 

Así mismo, se sigue reclamando un lugar preferencial de los representantes de los pueblos indígenas, tribales y afrodescendientes en los diversos espacios; el acceso de las comunidades ancestrales al ámbito de los derechos humanos y las empresas, y el avance en la gobernanza compartida.

El Caucus de pueblos indígenas presentó en el evento de clausura su declaración final afirmando que son necesarias medidas de cumplimiento obligatorio dado el fracaso de las medidas voluntarias. Dentro de estas medidas exigidas a los estados y las empresas se resalta: el respeto y aplicación de derechos de los pueblos indígenas; el fin de la criminalización y asesinato de los pueblos; justicia y rendición de cuentas efectiva para las violaciones de DDHH; trabajar por una autentica transición justa; medidas jurídicas vinculantes de rendición de cuentas; y, por último, la debida diligencia en DDHH.

 

Interpeladas para ser parte del cambio


Desde Alboan valoramos muy positivamente la visibilización e incidencia que se deriva de la presencia en estos espacios internacionales, y que contribuye a fortalecer conjuntamente con los diversos pueblos los mecanismos que permitan la defensa y protección de los Derechos Humanos.

Como indicó nuestra compañera Sara Diego, del equipo de Incidencia Política, «como habitantes de un mismo planeta, estas realidades nos deben afectar, remover, cuestionar, indignar y movilizar. Basta con permitirnos parar, y comenzar a mirar(nos), escuchar(nos) y reconocernos como humanidad para entender que debemos ser aliadas en las luchas y convertirnos en parte del cambio».