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La segunda ola de la crisis sanitaria irrumpe en India

La segunda ola de la crisis sanitaria irrumpe en India

Las últimas semanas la India ha sido testigo de la peor crisis sanitaria que ha conocido desde de su Independencia en 1947. Los nuevos contagios diarios se han incrementado un 350% desde abril y la cifra va en aumento de un día para otro. El escenario es amenazante y extremadamente preocupante. Desde nuestras organizaciones aliadas en Gujerat nos cuentan cómo están viviendo esta situación.

 

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Hace unos meses, en septiembre de 2020, cuando la India alcanzaba el pico de la primera ola, el número de nuevos contagios diarios llegó hasta a alrededor de 90.000 personas. En abril de este año, el número de nuevos contagios diarios asciende ya a 314.839 y la cifra no deja de crecer. Durante la comparecencia pública del gobierno el pasado 24 de abril se afirmó que el pico de esta segunda ola podría alcanzarse a mediados de mayo con una cifra de medio millón de personas infectadas cada día. En realidad nadie sabe hasta cuándo podría durar esta situación.

Las cifras e imágenes que llegan desde India son inquietantes pero no llegan a explicar lo que se siente en medio de esta situación en la que cada día se reciben noticias sobre el fallecimiento de alguien a quien conoces, alguien a quien amas, alguien con quien acabas de hablar hace unos días. 

Sistema sanitario desbordado ante la segunda ola de la crisis

Los hospitales no tienen capacidad suficiente para atender a todas las personas afectadas. Hay escasez de camas, de oxígeno y de medicamentos y la situación es más delicada aún si cabe en las zonas rurales.

Las escuelas y universidades, que habían reabierto sus puertas de manera escalonada y siguiendo estrictas medidas de seguridad hace apenas dos meses, han sido clausuradas temporalmente. Se trata de una situación extrema y llena de dificultades.

Las autoridades piden a la población que limiten sus contactos, mientras en las aldeas muchas personas se acercan hasta nuestras organizacione aliadas en el estado de Gujerat para pedir un lugar donde quedarse ya que no pueden conseguir una cama en un hospital. En las zonas rurales la situación es de pánico y confusión. Nunca sabremos el número real de personas infectadas, y mucha gente se niega a vacunarse porque han escuchado historias y bulos que circulan de teléfono en teléfono.

Los canales de televisión nos muestran imágenes de crematorios con listas de espera demasiado largas. En otras comunidades, enormes excavadoras siguen abriendo fosas para dar sepultura a las personas fallecidas. Esta segunda ola recuerda a tragedias como la que vivió Gujerat hace 20 años durante el terremoto de 2001. La diferencia es que el terremoto ocurrió una vez, mientras que la situación actual se repite día a día y nadie sabe hasta cuándo. Pero a pesar de todo en las comunidades, parroquias y colegios se continúan tendiendo redes de esperanza intentando atender las necesidades de las familias más desfavorecidas. Una vez más, en medio del caos y la tragedia continuamos encontrando signos de humanidad y solidaridad.

Fernando Franco SJ

 

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