La Delegación Vasca de Observación de Derechos Humanos en Colombia da testimonio de las dificultades del proceso de paz

La Delegación estaba compuesta por cargos de la Consejería de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno Vasco; personal de eLankidetza-Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo; una representación de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento Vasco; y por organizaciones de derechos humanos y cooperación, entre las que se encontraba Alboan, representada por nuestra compañera Leire Morquecho.

Además de Bogotá, la delegación vasca se desplazó a Santander de Quilichao (Cauca), Medellín (Antioquia) y Montería (Córdoba), donde se reunieron con la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca, la Organización Indígena de Antioquia y el Resguardo Mayor Alto San Jorge (Montería).

Asimismo, la Delegación mantuvo encuentros con otras entidades indígenas, afrocolombianas, campesinas, y de defensa y promoción de los DDHH como nuestra aliada el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP).

La Delegación también se reunió con la Representante País de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, y la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, entre otras.

Tras las reuniones realizadas, los testimonios recibidos y la documentación previamente analizada, la delegación vasca emitió un comunicado en el que:

• Mostró su apoyo y solidaridad con las personas defensoras de derechos humanos, los pueblos indígenas, el pueblo negro y las comunidades campesinas, principales víctimas de la violencia y el conflicto.
• Reiteró su compromiso con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, resultante de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP).
• Denunció el aumento de la violencia y el recrudecimiento del conflicto. Solo durante la semana que la delegación vasca permaneció en el país se produjeron atentados, secuestros de menores y otros hechos violentos de extrema gravedad, incluido el asesinato de los guardias indígenas Breiner David Cucuñame y Albeiro Camayo.
• Manifestó su preocupación por la criminalización de la protesta ciudadana pacífica.
• Urgió a garantizar la participación política, a reforzar los mecanismos de prevención y protección colectiva, y a avanzar en la legalización de las tierras de los pueblos indígenas y el pueblo negro.

Nuestra compañera Leire Morquecho nos relataba como las personas más vulnerables son quienes más sufren la violencia que no cesa, un nivel de violencia “brutal”. Nos trasmitió su emoción al reencontrarse con defensoras de DDHH y de los territorios que Alboan acompaña, un encuentro “nada sencillo de gestionar emocionalmente”. Y subrayó el aporte de las compañeras y compañeros de CINEP,que ofrecieron una  información rigurosa, fruto de una ardua labor, ante un panorama complejo

Entre luces y sombras, Leire se queda con “la fuerza que tiene esta gente, lo bien que expresa lo que les pasa y lo que necesita este país”. En medio de todo la esperanza de quienes no se rinden para avanzar hacia una realidad más equitativa y en paz. En esa esperanza anclamos las nuestras.