La caravana latinoamericana por la ecología integral en tiempos de extractivismo termina su gira europea

11/04/2022

El pasado 5 de abril Alboan participó junto a las organizaciones de Enlázate por la Justicia (Cáritas España, Manos Unidas, Comisión Diocesana de Justicia y Paz, CONFER, CEIS y REDES) en un encuentro con la Caravana latinoamericana por la ecología integral en tiempos de extractivismo. Se trata de un grupo de pastoralistas, líderes religiosos y activistas de las comunidades afectadas por la mega-minería en América Latina que, durante las últimas tres semanas, han estado visitando diferentes países de la Unión Europea para contar sus experiencias y tender puentes de solidaridad con las organizaciones eclesiales y las congregaciones europeas.

La Caravana ha sido organizada por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), a través de la Comisión Especial de Ecología Integral y Minería (CEEM), y las comunidades acompañadas de la Red Iglesias y Minería (IyM). Al frente de la misma estuvo Monseñor Vicente Ferreira, obispo auxiliar de la diócesis en la que se encuentra Brumadinho, una localidad del Estado de Minas Gerais (Brasil), tristemente conocida por el desastre socioambiental causado por la rotura de una represa de relaves mineros en enero de 2019, que terminó con la vida de 272 personas (11 siguen desaparecidas) y cuantiosos daños para las comunidades de la zona.

Los objetivos de la gira son dos. Por un lado, dar a conocer los impactos adversos de la minería en cuatro localidades (dos en Colombia y dos en Brasil) que han sido recogidos en un informe especial sobre la caravana latinoamericana y presentar la Campaña de Desinversión en Minería promovida por Iglesias y Minería ante las Iglesias Europeas, los ecónomos de las congregaciones católicas y otros fondos de inversión. Por otro lado, la gira busca apoyar a las organizaciones católicas y otros movimientos sociales europeos que están demandando la creación de marcos legislativos fuertes para las empresas europeas y sus cadenas de valor.

Después de pasar por Bélgica, Alemania, Austria e Italia, el pasado 3 de abril llegaron a España para participar en una serie de encuentros. En la reunión mantenida con las organizaciones de Enlázate por la Justicia, varios miembros de la comitiva pudieron compartir sus experiencias y sus esperanzas.

Pedro Landa, activista hondureño en defensa de los derechos humanos y miembro de Iglesias y Minería, señaló la importancia del Tratado Vinculante de Empresas y Derechos Humanos que se está negociando en Naciones Unidas. Este ofrece un marco jurídico vinculante para que los Estados se comprometan efectivamente con el respeto a los derechos humanos al tiempo que impone la obligación de las empresas de prevenir y reparar posibles daños causados por su actividad. La futura Directiva de la Unión Europea sobre Diligencia Debida empresarial, añadió, debería ir en el mismo sentido.

El testimonio de Marina Oliveira, coordinadora de Proyectos en la Archidiócesis de Belo Horizonte, fue muy claro. Marina es superviviente del desastre de Brumadinho y desde 2019 ha acompañado a las comunidades locales en su búsqueda de justicia. Desde el inicio, la empresa Minera Vale S.A., responsable de gestionar la represa de residuos que se rompió, ha tratado de limitar su responsabilidad al mínimo. De los 7000 trabajadores afectados, por ejemplo, sólo los 500 trabajadores que trabajaban directamente para la Vale S.A. han sido incluidos en el acuerdo de reparación que firmó la empresa con el Estado. El resto quedaron fuera al trabajar para otras empresas subsidiarias. De ahí la necesidad, según Marina, de que las obligaciones se extiendan a toda la cadena de valor y no sólo a unas pocas empresas.

El caso de Brumadinho no es un caso aislado. Como señaló Pedro Sánchez, coordinador de la red Iglesias y Minería, los daños medioambientales y la vulneración de derechos son frecuentes. De hecho, se están intensificando por la demanda de nuevos minerales para las transiciones energéticas y por la crisis energética desatada por la guerra en Ucrania. En territorios como la Panamazonia, se lamenta, prácticamente todos los ríos tienen afectaciones de mercurio u otros metales pesados.

Mikael Carvallo, del Movimiento Justicia Nos Trilhos, relató cómo las comunidades de Piquiá de Baixo, en la amazonia brasileña, se han enfrentado durante más de tres décadas a los efectos contaminantes de las fundiciones mineras. Ellos pagan los costes sociales y medioambientales de producir el hierro que demandan las industrias europeas. Bajo su punto de vista, es necesario que la futura Directiva Europea sobre Diligencia Debida ponga los estándares más exigentes, porque de lo contrario, otros gobiernos y empresas se aprovecharán de sus lagunas para mantener el status quo.

Desde Alboan y Entreculturas, hemos lanzado una recogida de firmas en el marco de nuestra Campaña Somos Amazonia para que la futura Directiva Europea de Diligencia Debida Empresarial ponga fin a la impunidad de las empresas que vulneran derechos y contribuya a facilitar el acceso a la justicia de las personas y comunidades afectadas.