Elkar Topatzen 2021 viaja a la Frontera Sur
El Programa “Elkar-topatzen” es una propuesta de la Pastoral de Jóvenes Adultos MAGIS de la Plataforma Apostólica de Loyola junto con Alboan, que quiere proporcionar a las personas participantes una experiencia profunda de encuentro con Dios, con una misma y con los otros, que sea el motor para un cambio de vida entregada.
Los dos objetivos que fundamentan la propuesta de Elkar-topatzen son:
- Acompañar procesos de crecimiento en el descubrimiento de la propia vocación que lleven a un estilo de vida comprometido.
- Generar agentes de cambio en las propias comunidades de envío, que movilicen y animen a trabajar el tema de la solidaridad y la lucha contra la injusticia en el mundo.
Desde que este programa se puso en marcha siempre se había llevado a cabo en países de América Latina como Perú, Venezuela o Colombia, de la mano de nuestra aliada Fe y Alegría. Este año sin embargo, debido a la crisis global provocada por la Covid-19 optamos por acercarnos a nuestra Frontera Sur. Esto nos facilita la logística del viaje y evita además riesgos a las comunidades vulnerables que nos acogen. Es también una ocasión de acercarnos a una realidad muy cercana geográficamente, pero alejada de nuestras vidas cotidianas y que no siempre tenemos presente. Así podremos ver de primera mano lo que viven los y las jóvenes migrantes que llegan a nuestra sociedad en su llegada a Melilla, una ciudad con muchos contrastes y donde se documentan numerosas violaciones de derechos humanos.
El pasado mes de marzo nuestros compañeros, Pablo Castells y Javier Montes SJ, realizaron un viaje hasta esta ciudad para explorar las oportunidades de colaboración que durante el mes de agosto tendrán las diez participantes del programa de este año, así como para conocer de primera mano la situación actual de una ciudad como Melilla, que lleva un año aislada, con la frontera con Marruecos cerrada pero a la que siguen llegando personas migrantes tanto a nado como saltando la valla.
Hoja de ruta para el próximo verano
Crónica de Pablo Castells y Javier Montes SJ, Alboan
Una primera reunión con Maite Echarte de Prodein nos acercó la realidad de los jóvenes que viven en calle y que esperan a hacer “riski”, colarse en uno de los barcos que cruzan a la península. Esta organización realiza reparto de alimentos y curas entre otras actividades. Lo hace de una manera cercana, tal y como demuestra la cercanía con la que saludan a Maite por la calle, y que seguro será inspiradora para nuestras jóvenes.
En la asociación GEUM DODOU nos acogió Marisa Amaro, religiosa de las Apostólicas. Nos encontramos un local en plena ebullición ya que los jóvenes del CETI, Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, que habían saltado la valla recientemente, salían de la cuarentena prescrita, y tenían que preparar las formaciones que les proporcionan para conocer sus derechos, pasos a dar para solicitar petición de asilo, etc… También participamos de una de las clases de castellano que imparten a los chicos una vez quedan en espera de su traslado a la península. Se respiraba un ambiente de confianza, los chicos se encuentran a salvo en GEUM DODOU tras haber pasado varios años en algunos casos en los bosques de Nador esperando una oportunidad para poder saltar.
El último periplo de este viaje nos llevó a reunirnos en la casa de la Divina Infantita con la Madre Celina. En su hogar viven 32 niñas desde los 5 años hasta los 16 con las que colaboraremos el próximo mes de agosto llevando a cabo actividades lúdicas y talleres formativos. Son toda una explosión de energía y afecto.
Para finalizar este cuaderno de viaje no queda sino agradecer la acogida que nos brindó de la oficina del Servicio Jesuita a Migrantes, SJM, de Melilla que nos ha hecho sentir como si estuviéramos en casa.
