Ataques a la educación. Una crisis global que deja a millones de niñas y niños sin futuro

Conflictos armados, tensiones políticas y desigualdades sociales están dejando a millones de niños y niñas fuera de las aulas, destruyendo su futuro y perpetuando la pobreza. Según la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques, los escenarios van desde el uso de escuelas como bases militares hasta ataques directos contra estudiantes y docentes. Este problema no solo arriesga vidas, también mina los avances hacia una educación inclusiva y equitativa.
Entre 2013 y 2017, la ONU registró más de 1.000 ataques a centros educativos en países como Siria, Yemen, Nigeria y Sudán del Sur, donde los conflictos armados son una constante. En muchos casos, las niñas son el blanco principal. Los riesgos para ellas no solo incluyen ser excluidas de la educación, sino también enfrentarse a violencia sexual, ataques con ácido e intimidaciones que las obligan a abandonar la escuela.
Los datos son alarmantes: en 17 países se documentaron casos de violencia sexual en escuelas o en el trayecto a ellas, y en 18 países las niñas fueron atacadas directamente por intentar estudiar. Esta situación evidencia cómo los conflictos y las ideologías extremas convierten la educación en un campo de batalla.

Logros en primaria, pero brechas en secundaria
A pesar de avances significativos en educación primaria durante las últimas décadas, la secundaria sigue siendo un desafío. En África subsahariana, por cada 100 niños que ingresan a la primaria, solo 93 niñas logran matricularse. En lugares afectados por conflictos, como Afganistán, esa cifra desciende a 80 niñas por cada 100 niños.
El panorama es aún más sombrío para aquellas que logran iniciar sus estudios. En países como Níger o Mauritania, cerca de la mitad de las niñas que comienzan la primaria no llegan a la secundaria. La falta de infraestructura y las barreras culturales se combinan para cerrarles las puertas a millones de jóvenes.
Obstáculos diarios para las niñas
¿Por qué es tan difícil para las niñas permanecer en las aulas? La pobreza es uno de los factores principales. Aunque la matrícula sea gratuita, las familias enfrentan costos indirectos como uniformes, materiales o transporte. En contextos de crisis económica, priorizan la educación de los niños sobre las niñas.
Además, las responsabilidades domésticas recaen desproporcionadamente sobre las niñas, sobre todo en áreas rurales, donde deben cuidar de sus hermanos o realizar tareas como recolectar agua. En Chad, por ejemplo, solo 46 niñas por cada 100 niños logran matricularse en secundaria, reflejando una brecha insostenible.

El sueño de terminar la secundaria, cada vez más lejano
A nivel global, 264 millones de menores y adolescentes no van a la escuela, y las niñas son las más afectadas. De los 61 millones de menores de entre 6 y 11 años que están fuera del sistema educativo, el 53% son niñas. En África subsahariana, 9 millones de ellas nunca asistirán a clases, una realidad que condena generaciones enteras.
La falta de oportunidades también es evidente en países como Etiopía, donde solo el 11% de las niñas más pobres de zonas rurales logra completar la primaria, en comparación con el 85% de los niños de familias más acomodadas. Estas cifras destacan la necesidad de intervenciones urgentes para cerrar las brechas educativas.
La otra cara de la moneda: crisis de aprendizaje
El problema no termina con la asistencia a clases. En muchas partes del mundo, la calidad de la educación está muy por debajo de los estándares necesarios. En países como Ghana y Malawi, más del 80% de los estudiantes de segundo grado no pueden leer palabras básicas como “gato”. Este fenómeno, conocido como "crisis de aprendizaje", refleja aulas abarrotadas, profesores mal capacitados y recursos insuficientes.
Los estereotipos de género también influyen. Aunque las niñas tienden a destacar en lectura, los niños suelen obtener mejores resultados en matemáticas. Estas diferencias no tienen que ver con capacidad, sino con factores culturales y expectativas sociales que refuerzan roles tradicionales.

Cerrar la brecha en ciencia y tecnología
El déficit de mujeres en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es otro desafío global. Solo el 35% de estudiantes en estas áreas son mujeres, una cifra influida por estereotipos, falta de modelos femeninos y escasa motivación desde edades tempranas. Fomentar la inclusión en estas carreras es clave para el desarrollo sostenible y la igualdad de oportunidades.
Una meta urgente: proteger la educación
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas tiene como objetivo garantizar 12 años de educación gratuita y de calidad para todos los niños y niñas. Sin embargo, alcanzar esa meta requerirá un compromiso global más decidido. La educación no es solo un derecho, es la base para construir sociedades más justas, equitativas y pacíficas. Protegerla es proteger el futuro de todas las personas.
Y hablando de metas…¡corramos en defensa de la educación!
La 14º edición del circuito de carreras solidarias ‘Corre por una Causa’, que promovemos desde Alboan y Entreculturas, servirá para respaldar el derecho a la educación de niños y niñas en situación de emergencia. La primera cita es el domingo 16 de febrero en Bilbao ¡Te esperamos!