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Masculinidades igualitarias, otras formas de ser hombre son posibles. Entrevista con Erick Pescador

Erick Pescador

Erick Pescador Albiach, especialista en género, igualdad, masculinidades y prevención de violencias machistas ofreció el pasado viernes 2 de octubre la charla “Otras posibles formas de ser hombre sin violencia” y un día más tarde el 3 de impartió un taller de 4 horas dirigido a educadores del ámbito formal y no formal. Ambas actividades se enmarcan dentro del proyecto de Alboan Gela hezkidetzailetik, plaza berdintzailera IV –Aulas coeducadoras para plazas igualitarias- que cuenta con financiación de la Agencia Vasca de Cooperación y la Diputación Foral de Bizkaia.

 

Erick ¿Cómo defines las masculinidades igualitarias?

Masculinidades igualitarias, diversas, posibles, masculinidades no tóxicas… cualquier forma de entender lo masculino, lo que significa ser hombre, pero no solamente en el cuerpo y la mente de los hombres, sino en nuestra sociedad, y verlo de una forma alternativa y diversa. Es decir, intentar amplificar el concepto de hombre, el concepto de lo masculino y darle una vuelta de tuerca. Vivimos en pleno siglo XXI y ya es hora de generar “esas otras formas masculinas diversas” que no generen violencia. Son masculinidades en definitiva que no sostienen ningún tipo de violencia ni opresión propia del patriarcado.

 

Esta perspectiva, ¿qué acogida tiene entre los hombres?

Al principio hay resistencias pero cuando invitas a reflexionar, cuando los hombres ven cómo reproducen los modelos de poder y cómo esos modelos de poder generan daño, habitualmente hay una mirada crítica y se produce un “recolocamiento”. Todo esto forma parte de un proceso, no se descubre de repente. La idea al trabajar con jóvenes es que reflexionen qué significa ser hombre en el amor, en las relaciones y en la sociedad.

Es importante no generar rechazo y para ello trabajamos desde el concepto de la queja, del malestar. ¿Qué es lo que me molesta de la masculinidad de siempre? ¿Qué es lo que me molesta de lo que me han dicho que debo hacer? ¿Cómo me debo comportar por el hecho de ser hombre? A partir de ahí se empiezan a crear nuevas formas, nuevas maneras. Cada persona, cada joven tiene que encontrar su propia manera, y eso da esperanza porque es un proceso continuo, sin fin. Todo cobra lógica ya que es más fácil ir  hacia un lugar en el que puedes vivir sin riesgo, sin conflictos y en el que tienes mejor salud. Creo que un proceso imparable. Es cierto que hay resistencias ya que el cambio de modelo nos deja algo huérfanos porque no hay referentes masculinos alternativos visibles.

Por otro lado la definición de lo “no masculino” significa el “no poder”. Cuestionar el sistema como mujer significa que rompes con los modelos de dominación y discriminación, y cuestionarlo como hombre significa que rompes además con el modelo de poder que se ejerce y que tiene unos beneficios en el espacio social en el que estamos. Practicar la igualdad no pasa porque las mujeres reclamen lo que no hacemos, sino que se trata de que los hombres comencemos a hacerlo de forma natural y que lo incorporemos a nuestro proceso de cambio. Necesitamos cambiar el modelo social que nos rodea para que contemos con mecanismos para empoderarnos que sean diferentes de los actuales basados en el poder, la violencia etc.

 

¿Cómo se convence a alguien para que renuncie a sus privilegios?

No se trata de renunciar a privilegios, sino de cambiar los valores dominantes. Se trata de explicar a los hombres que no tienen que renunciar a nada, sino que van a ganar en el proceso. Debemos apelar al sentido de justicia. El cambio de las masculinidades no empieza por el ataque, sino por proponer fórmulas positivas de otras masculinidades. Estamos acostumbrados a construir en negativo, a rechazar la violencia en lugar de construir paz. Si construimos relaciones en paz, es muy difícil que las relaciones se den en violencia.

 

* La charla “Otras forma de ser hombre sin violencia” está disponible en https://www.youtube.com/user/ALBOANtv