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Hogar de Santa Marta de Douala: la casa de las nuevas oportunidades

Hogar de Santa Marta de Douala

Desde el inicio de la crisis en 2016 en las regiones del noroeste y suroeste de Camerún, más de 712.000 personas han sido desplazadas por la fuerza en todo el país, a las que hay que sumar el fallecimiento de más de 4.000 civiles. Como resultado y debido a la convulsa situación que vive el país se estima que al menos 2,2 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria en 2021. 

 

Las mujeres desplazadas por la fuerza por los conflictos armados a menudo se enfrentan a la falta de recursos y apoyo, lo que las hace más vulnerables a la violencia de género, y las expone a situaciones de explotación económica y sexual.

Con el objetivo de contribuir a superar las atrocidades vividas tras huir de sus comunidades, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) de Camerún  puso en marcha en 2021 el Hogar de Santa Marta en Douala, un lugar que ofrece un espacio seguro a 20 mujeres jóvenes en el que reciben apoyo psicosocial y formación para el empleo.

El programa pretende contribuir a que estas mujeres y niñas  se reincorporen al sistema educativo  como paso previo  a reintegración económica y social al mundo educativo la reintegración educativa, social y económica de las jóvenes y mujeres. La iniciativa cuenta con el apoyo de Alboan, y la colaboración del JRS-USA, Cáritas y la Parroquia Jesuita Nuestra Señora de la Anunciación en Bonamoussadi.

Elina

“Antes de conocer el JRS, trabajaba con una señora en un restaurante. Me hacía trabajar demasiado y no me pagaba. Me enteré de que le daba mi sueldo a mi madre según su acuerdo. Me sentí como si mi madre me hubiera vendido. Fue muy doloroso.

Cada vez que me quejaba de que no quería seguir trabajando con esa señora, mi madre me regañaba. Le pedía a la mujer que me pagara, y ella decía no. Me fui y me quedé con mi tío.

Sabía que no volvería a ir a la escuela. Oí hablar de Santa Marta, y decidí venir para empezar una nueva vida y volver a la escuela. Ahora voy a la escuela y he encontrado la esperanza.”

 

Shekina

“Había perdido la esperanza durante la crisis porque vi a muchos de mis amigos asesinados. Vivía con miedo. Casi me violan cuando estaba embarazada. Gracias a Dios, escapé.

Sin embargo, el shock precipitó un parto prematuro, y perdí a mis bebés gemelos. He vivido con ese dolor y lloraba casi todos los días.

En Santa Marta, he encontrado un hogar y estoy muy feliz con mi formación en hostelería. Siempre he querido ser capaz de cocinar buena comida. Mi sueño es vender en un restaurante algún día.”

 

* Imágenes: JRS / Irene Galera. Los nombres han sido cambiados para proteger la privacidad de las protagonistas.

 

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