Pasar al contenido principal

Anil Parmar Sj, director del colegio St. Xavier’s de Kalol: “Nuestra escuela representa toda la diversidad que acoge la India”

 Anil Parmar Sj dirije la escuela St. Xavier’s de Kalol, en el norte de Gujerat. Se trata de un centro en el que conviven 1200 niñas y niños de procedencias y confesiones muy diversas: musulmana, cristiana e hindú. Este colegio cuenta con una plantilla formada por 40 profesionales de la enseñanza a cuyo cargo se encuentra Parmar.

 

¿Cómo es el día a día en un centro tan diverso?

Podría decirse que nuestra escuela es una “pequeña India” ya que representa  toda la diversidad que acoge nuestro país. El alumnado es de orígenes muy diversos y nuestro objetivo es proporcionar educación de calidad a niñas y niños de procedencia humilde, como por ejemplo las y los menores procedentes de las comunidades  desfavorecidas como la Thakor y Raval. Aquí aprenden a convivir ya que viven, estudian y juegan juntas y juntos a pesar de las diferencias.

Tenemos un internado en el que se alojan las chicas y chicos que viven lejos o cuyas familias tienen que migrar a las ciudades cercanas a trabajar.

 

¿Cómo se lleva a cabo la labor educativa?

Frente a otros colegios que enfatizan el aspecto meramente académico, St. Xavier’s pone el foco en la educación en valores sin descuidar el currículo. Enseñamos a nuestro alumnado disciplina, es decir, cómo dirigirse en la vida, guiándose por valores porque creemos que la educación es una combinación de cabeza, corazón y manos, y que esa es la mejor manera de educarles para la vida adulta. Este enfoque educativo conocido como enfoque de las 3H (head, heart & hand en inglés) enfatiza que para que la experiencia educativa sea un éxito el profesorado debe comenzar a trabajar con el corazón, seguir con la cabeza y, por último, con las manos, aunque los tres elementos interactúan y se intercalan a lo largo del proceso formativo.

Quiero creer que contribuimos a que se conviertan en seres humanos mejores, porque pueden obtener conocimientos en cualquier lugar, pero con este tipo de educación cuando abandonen la escuela podrán ser útiles a sus comunidades y a sus familias.

 

¿Las alumnas de la escuela se encuentran a gusto en St. Xavier’s?

Nuestra apuesta por la escolarización de niñas y jóvenes es clara y apostamos además por un modelo mixto de educación que sea inclusivo y respetuoso. Nuestro centro es un lugar seguro para la infancia y para las niñas en particular y las familias lo saben.

De hecho en la actualidad contamos con más alumnas que alumnos y están obteniendo muy buenos resultados en los exámenes oficiales. Muchas de ellas continúan sus estudios y un buen número opta por seguir carreras sanitarias como la enfermería, sector en el que tienen buenas posibilidades de encontrar empleo y de ayudar a sus comunidades.

 

Para garantizar que todo esto sea así recibimos e impartimos seminarios sobre coeducación, respeto y tolerancia cero ante cualquier tipo de agresión, ya sea por parte de la plantilla o entre pares.  En nuestra escuela hay un espacio, una habitación para las chicas. Es un lugar tranquilo en el que pueden reunirse y relajarse.

 

¿Cuál es la situación tras el paso de la Covid?

Nuestro alumnado es principalmente de clase media y baja, así que cuando llegó el confinamiento y se comenzó a trabajar online buena parte de nuestras alumnas y alumnos no tenían móviles en casa y hubo muchas dificultades. Aunque desde la escuela hicimos un gran esfuerzo por salir a las calles a buscarles para que no se quedaran a atrás en sus estudios, durante este tiempo la calidad de la enseñanza se ha resentido y estos dos años han pasado factura.

 

¿Cómo ves el futuro de la educación y de St. Xavier’s?

Estamos intentando conseguir más fondos para poder ofrecer becas a niñas y niños de familias más vulneradas y evitar que abandonen sus estudios, aunque conseguirlo es un reto ya que no contamos con presupuesto suficiente para cubrir los gastos. Tampoco podemos incrementar las matrículas porque eso dejaría fuera de la escuela a muchas familias. Por esa razón es tan importante contar con la ayuda y el apoyo de las familias que apoyan la campaña Educación para Todas.