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Red Comparte: Alternativas Económicas y Solidarias que son horizontes de futuro

Red Comparte

Álvaro Idarraga está a cargo de la  Secretaría Ejecutiva de la Red Comparte, organismo que existe desde el año 2015. Anteriormente habría trabajado en uno de los centros sociales pertenecientes a la Red Comparte, en el IMCA, de Colombia. Tras un encuentro que tuvo lugar en 2012 la Conferencia Jesuita de Provinciales en América Latina y el Caribe (CPAL),  comienza a dar forma a la idea de crear Comparte, una red que aglutina centros sociales de América Latina y que sea Alboan la organización que asuma la secretaría técnica de la red, mientras que Idarraga recibe la encomienda de liderar la secretaría ejecutiva en terreno.

Charlamos con Álvaro Idarraga, que participó en el encuentro organizado por las Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) y Alboan en Loiola el pasado mes de febrero sobre el pasado, presente y futuro de la Red

 

¿Cuáles los objetivos de la Red Comparte?

Nos mueve construir alternativas económicas sostenibles dirigidas a poblaciones vulnerables: indígenas, afro y población empobrecida en entornos urbanos, entre otras. Desde la Red y desde los centros sociales que participan, se ofrece acompañamiento integral a los grupos con los que se trabaja, ya que cada centro social trabaja con unos grupos en los diferentes territorios.  

 

Al hablar de acompañamiento integral ¿a qué te refieres?

Es un tipo de acompañamiento que contribuye a generar capacidades y que además es capaz de comprender y entender los diferentes contextos (comunidades indígenas en Mesoamérica, contexto amazónico o zonas periurbanas). Con capacidades no me refiero sólo a las productivas y económicas, sino a capacidades ligadas a la defensa del territorio y los derechos humanos, ya que muchas de las comunidades campesinas con las que se trabaja en la Red se encuentran en contextos muy delicados y peligrosos, en territorios disputados por la industria extractiva y multinacionales. Por eso tratamos de que las comunidades sean capaces de organizarse y de reclamar y defender sus derechos.

 

¿Cuál es la misión de los centros sociales?

A los centros sociales les corresponde generar capacidades a nivel interno, al interior de sus equipos, y a nivel externo con las comunidades y organizaciones con las que trabajan. Para ello se organizan y se proporcionan formaciones y talleres. Al  tratarse de centros sociales diferentes con realidades y necesidades diversas, organizamos estas capacitaciones en torno a “buenas prácticas” que luego sirven de guía para otros centros, que toman los elementos que les puedes ser de utilidad. Es decir, no se trata de replicar prácticas concretas, sino de adecuarlas y moldearlas a las necesidades y contextos.

 

¿Qué ofrece Comparte a sus integrantes?

Un marco de colaboración y reflexión. Se llevan a cabo investigaciones que observan cómo transcurre el ciclo económico y el productivo, centradas sobre todo en la agricultura ecológica, social y solidaria.

Comparte es una comunidad muy cohesionada y la respuesta de los centros sociales es muy positiva. Pero se trata de pasar del “activismo puro” a generar procesos. De ahí la importancia que tiene todo lo relacionado con la evaluación y sistematización de las experiencias que facilita que los procesos sean replicables en otros contextos.

 

La Red ha realizado una apuesta importante por visibilizar el trabajo y participación de las mujeres, ¿Qué qué manera?

Efectivamente uno de los focos importantes del trabajo de la red es el trabajo con mujeres. Se han dado importantes avances, aunque queda camino por recorrer. La finalidad es que las mujeres tanto de los centros de base, como de los centros sociales, tengan cada vez papeles más protagónicos, no sólo en el trabajo productivo, sino también en el decisorio. Siempre teniendo en cuenta, una vez más, las particularidades de cada contexto y de cada centro social.

 

¿Cuál es el horizontes de futuro para Comparte?

Sin duda generar más trabajo en evaluación. Es muy complejo construir estos modelos, pero es importante. La red tiene un enfoque multiactor ya que articula no solo a los centros sociales. El marco que brindan la Compañía de Jesús y la CPAL tiene la ventaja de que aglutina a diversidad de obras y experiencias. A través de los procesos de evaluación se busca ganar en eficacia.  En estos procesos contamos con la colaboración de universidades para acompañar el trabajo de investigación.

Tras los dos últimos años tan difíciles que nos ha tocado vivir es momento de evaluar y de realizar ajustes. Cada centro social se ha tenido a que enfrentar a  escenarios diversos y han tomado las medidas que estaban en su mano. Unos han resultado más afectados, otros menos. En paralelo existen colaboraciones como la que se está llevando a cabo en la actualidad con REAS, que es muy prometedora por las posibilidades que ofrece.