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Girls Leading Our World | Las chicas lideran el mundo

Artículo de Natalia Sepúlveda /JRS WAF

En las zonas urbanas de Camerún (Yaundé y Duala), el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS, en siglas en inglés)  trabaja ofreciendo apoyo a las personas desplazadas que huyen del conflicto sociopolítico en las regiones noroeste y suroeste del país. Esta crisis, que comenzó en 2017, ha obligado a 87.000 personas a buscar refugio en Nigeria, y 628.000 son desplazadas internas en Camerún, según la OCHA. Centrándose en los más vulnerables, el JRS tiene como objetivo fortalecer las respuestas humanitarias a las necesidades de protección con educación, medios de subsistencia y salud mental y apoyo psicosocial. 

 

Esta crisis afecta especialmente a mujeres y niñas, que tienen menos oportunidades de continuar su educación y están expuestas a la violencia de género, como el matrimonio infantil, la violencia sexual y la esclavitud. "Las mujeres a las que atendemos llegan a Yaundé con traumas debidos a violaciones, asesinatos e inseguridad. Vienen con la esperanza de encontrar seguridad para ellas y sus familias", atestigua Kongmo Kingsley, agente sobre el terreno. "Además, cuando llegan aquí, están expuestas al estigma, los abusos y la violencia doméstica". 

 

Un momento de empoderamiento de género 

Una de las principales actividades organizadas dentro del programa de salud mental y apoyo psicosocial fue el campamento GLOW, acrónimo de Girls Leading Our World, respaldado por el Gobierno Vasco y Alboan. Consistió en 10 días de convivencia con 40 chicas, de entre 12 y 25 años, en los que compartieron experiencias, adquirieron herramientas y disfrutaron juntas de un espacio seguro y sanador. "Decidimos celebrar el campamento en Kribi, una zona costera del sur de Camerún, porque era un espacio neutral para ellas, donde podían hablar libremente de temas complejos", declara Kingsley. El objetivo principal era destacar el importante papel que las niñas tienen en la sociedad, promover el liderazgo y proporcionarles habilidades para trabajar en la reducción de la violencia de género. Durante esos días, trabajaron juntas en temas como la educación sexual, la autoestima, los derechos humanos, la comunicación interpersonal y la resolución de conflictos.  

 

Desde el punto de vista de la salud mental, los principales resultados estuvieron relacionados con la capacidad de la mayoría de las participantes para darse cuenta de su propio valor y potencial. "Para las desplazadas internas de Camerún, soñar es difícil en una sociedad que no se lo permite. Ayudarlas a soñar fue una experiencia maravillosa", declara Christian Alama, experto del JRS en salud mental y apoyo psicosocial. Compartir miedos, experiencias y sensaciones fue sanador para las niñas. "Trabajamos con ellas para desarrollar su capacidad de hacer frente a la adversidad. La mayoría de ellas fueron violadas y sufrieron mucha violencia. Compartir sus testimonios con otras chicas fue terapéutico; además, como psicóloga, les proporcioné recursos de gestión del estrés para afrontar situaciones difíciles", explicó Christian. "El Campamento Glow fue una maravillosa iniciativa basada en la comunidad".  
  

La experiencia de Nyudine Marylyne  

Marylyne viene de la región noroeste de Camerún. Abandonó su hogar en 2019 debido a la crisis anglófona. "Hubo muchos asesinatos a nuestro alrededor. Cuando empezó la crisis, quemaron casas y también mataron a uno de mis primos, así que decidí mudarme a Yaundé." Camerún es un país bilingüe, y a ella le costó integrarse en Yaundé porque no habla francés, y eso afecta a su autoestima. 

Para ella, el campamento GLOW fue una oportunidad increíble para crecer y socializar con otras chicas. "No sabía que un día podría ser así en mi vida. Del campamento GLOW he aprendido que, como chica, no debo minimizarme. Puedo hacer lo mismo que un hombre". 

El JRS también apoya el negocio de costura tradicional de Marylyne con el programa de medios de subsistencia. "Puedo poner comida en mi mesa y mis hijos van a la escuela gracias a este programa. El JRS me ha ayudado a conocer mis derechos como mujer". 

 

La historia de Kedju Anti-Theresia  

 Kedju Anti-Theresia procede de la región suroeste de Camerún. Llegó a la capital en 2019. Debido a la crisis, tuvo que interrumpir su educación. "Cuando llegué, me resultó muy difícil cuidar de mí misma; tuve que lidiar con chicos que querían aprovecharse de mí". El JRS la apoyó con formación en la producción de jabón y le proporcionó los materiales necesarios para poner en marcha su propio pequeño negocio.  

Lo que más valora Kedju de su participación en el campamento GLOW es, sin duda, compartir sus experiencias con otras mujeres y sentirse apoyada por los testimonios de otras chicas. "Compartimos experiencias de violencia, y juntas aprendimos a reconocer las señales tempranas, para poder actuar". Para ella, la educación es la clave, y siempre anima a las más jóvenes a seguir yendo a la escuela. "Cuando vas a la escuela, tienes más oportunidades. En mi zona, las niñas no siempre tienen esa oportunidad; a los 13 o 14 años se casan. Yo les digo: sois capaces, no os menospreciéis".  

 

"En el campamento GLOW aprendí que nadie puede obligar a una mujer a casarse. También aprendí sobre la violencia de género: cómo puedo enfrentarme a ella, superarla y denunciarla. Es importante hablar cuando se sufre". Antes pensaba que no era nadie, pero gracias al taller de autoestima y al apoyo psicosocial, ahora tiene confianza en sí misma.