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Día de África. Mujeres en Marcha

Victoria Nyanjura

Llega el 25 de mayo, Día de África, y desde ALBOAN queremos recordar y celebrar la vida en África, y más concretamente la vida de las mujeres africanas. Para ello os acercamos el testimonio de Victoria Nyanjura.  Victoria es una activista ugandesa que fue secuestrada con sólo catorce años, junto a otras 139 niñas, por militantes del Ejército de Resistencia del Señor, una organización paramilitar que aún hoy en día actúa en varios países de África.

Durante el tiempo que duró su cautiverio sufrió múltiples vejaciones, y se vio obligada a contraer matrimonio con uno de sus secuestradores. Consiguió escapar ocho años más tarde en 2004 y se licenció en Sociología del Desarrollo en la Universidad Kyambogo, en Kampala, Uganda. En la actualidad trabaja como especialista en postratamiento para International Justice Mission,  cuyo objetivo es la defensa de los derechos humanos, la ley y la justicia. El pasado año recibió además el Premio Navarra a la Solidaridad 2018.

 

“Estudiar es fundamental, pero sin un buen acompañamiento es difícil sortear los obstáculos que hay en el camino”

Victoria Nyanjura participó en el congreso organizado por ALBOAN Mujeres en Marcha y entonces tuvimos la oportunidad de charlar con ella sobre las necesidades y demandas de las mujeres que sufrido violencia sexual en situación de movilidad, más concretamente en contextos de conflictos armados.

“En África hay conflictos que comenzaron hace tiempo y que siguen vivos. En el caso de Uganda durante los años que duró el conflicto muchas mujeres jóvenes fueron secuestradas y  permanecieron en cautividad durante mucho tiempo, incluso años. Durante esos periodos soportan situaciones de maltrato continuado, sufren violaciones, se ven forzadas a caminar durante largos períodos de tiempo. Muchas nunca van a poder regresar a sus hogares. Estas mujeres pierden su libertad, su voz y sus derechos. Algunas de las mujeres que consiguen escapar son enviadas a centro de rehabilitación donde son atendidas y acompañadas por personal cualificado. Tras una temporada en estos centros las mujeres regresan con sus familias, si es que ha  sido posible localizarlas.”, nos comparte Victoria.

Tras años de privaciones y de vulnerabilidad estas mujeres deben hacer frente a grandes dificultades. “En los centros de rehabilitación se curan sus heridas físicas, reciben asesoramiento, pero una persona que ha sido privada de libertad no sabe cómo rehacer su vida. Ha pasado mucho tiempo, las heridas psicológicas son profundas, Además en ocasiones sufren el rechazo de sus familias y de sus comunidades”.

 

Volver a estudiar no es tan sencillo

Volver a estudiar es un comienzo, pero no todas las mujeres están listas para hacerlo. Victoria, como otras muchas mujeres, fue secuestrada en su escuela, y volver a un aula le recordaba que le habían robado su vida. Sobre las organizaciones que trabajan para acompañar a estas mujeres Nyanjura opina que en general hacen una buena labor aunque es importante que tengan en cuenta ciertos aspectos, como por ejemplo los cuidados de familiares a su cargo cuando se las anima a participar en programas formativos. Estudiar es fundamental, pero si no reciben un buen acompañamiento y asesoramiento, es difícil que consigan sortear los obstáculos que encontrarán en el camino. En el caso de mujeres que han sufrido violencia es imprescindible ofrecerles apoyo durante la fase inicial del proceso. Muchas de estas mujeres se encuentran en una situación de bloqueo  que les impide “ponerse en marcha”. Para Victoria al principio fue muy duro volver a la escuela, porque había sido secuestrada allí. Le llevó algún tiempo recuperar el amor por la educación, las ganas de estudiar. “Tuve tiempo de pensar en muchas cosas y finalmente decidí volver a la escuela para mantenerme ocupada y para no tener tanto tiempo para recordar el pasado”. Pero al hablar de educación Victoria Nyanjura, al igual que otras muchas mujeres van más lejos: “A medida que nuestros hijos e hijas crecen las necesidades educativas se hacen más patentes. Hay escuelas públicas que proporcionan educación primaria y secundaria, y es importante que podamos proporcionarles una buena educación”

 

Claves para la rehabilitación y la reconciliación

Una de las principales premisas para comenzar a trabajar  es llevar a cabo proyectos participativos en cuyo diseño se tengan en cuenta las condiciones y especificidades del contexto.

  • Educación para las mujeres y para sus hijos e hijas, proporcionándoles apoyo en los estudios.
  • Asegurar el sustento y su independencia. mediante acompañamiento y apoyo económico.

 

Para colaborar con la campaña  Mujeres en Marcha entra en la web: www.mujeresenmarcha.org , tu ayuda contribuirá a que hagan realidad sus sueños.