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Comadronas del Ixcán, el abrazo de la vida

En la cultura maya, existe históricamente una figura importante que acompaña los nacimientos y que guía y cuida a la madre. Hablamos de una acompañante, no solo en cuestiones de salud, sino de apoyo emocional. Esta figura es la encargada de proporcionar a las mujeres y sus familias seguridad y tranquilidad, y con ella se establece un gran vínculo emocional: hablamos de la comadrona.

Artículo de Begoña Borge. Alboan

En Guatemala  solo uno de cada cuatro nacimientos rurales tiene lugar en un centro sanitario. La tasa de mortalidad materna es una de las más altas de Latinoamérica, superando en algunas zonas del país los 110 fallecimientos por cada 100.000 nacimientos, mientras que el promedio regional es de 87, frente al de 5 en la Unión Europea. Alrededor de tres cuartas partes de la mortalidad materna se da entre mujeres jóvenes indígenas, ya que muchas de estas familias carecen de recursos para pagar la atención sanitaria y porque debido a la discriminación, a las barreras lingüísticas y al aislamiento geográfico, prefieren servicios de salud reconocidos como tradicionales. El papel de las comadronas es particularmente importante en Guatemala, donde solo uno de cada cuatro nacimientos rurales tiene lugar en un hospital o clínica.

 

Estas mujeres cuentan con conocimientos tradicionales y sabiduría sobre el desarrollo del bebé durante la gestación, además de habilidad para facilitar el trabajo de parto. Podemos decir que son las actoras esenciales para la buena salud materna y prenatal, especialmente en las zonas rurales más remotas donde los centros de salud y el personal médico escasean. Muchas de estas mujeres han comenzado con el oficio de comadrona debido a la necesidad que se presenta en una comunidad en el momento de asistir un parto, pero otras muchas entienden sus capacidades como un don que les otorga la cultura maya y que ha sido reforzado por generaciones anteriores de comadronas. Las comadronas ofrecen a sus pacientes una atención individualizada que el sector formal no puede ofrecer, atienden a las mujeres en su idioma y de acuerdo a su cultura, algo fundamental para las mujeres indígenas. No tienen límites para caminar por caminos polvorientos con el fin de atender la salud de la madre y de bebes.

 

En las comunidades indígenas las comadronas son mujeres respetadas y con fuerte liderazgo, además de atender la salud reproductiva de las mujeres, tienen un papel como consejeras y lideresas.  Muchas veces son ellas las que identifican situaciones de violencia contra la mujer, y cuando eso sucede orientan a las mujeres ante posibles vías para abordar esos problemas.  No es casual que varias de las mujeres que han sido nombradas como cargos de autoridad y de las lideresas comunitarias indígenas sean comadronas.

Reconocer, valorar y formar a las comadronas

Las comadronas, aunque cuentan con el reconocimiento de las mujeres de las comunidades  indígenas, en general son ignoradas por el sistema formal de salud. Aunque han conseguido importantes avances en su organización, sigue habiendo muchos asuntos pendientes para que su papel sea valorado y acompañado por el estado. Algunas acceden a formaciones proporcionadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, pero muchas aún, y a pesar de sus conocimientos, aún carecen de la capacitación y conocimientos esenciales para asistir de la mejor forma los embarazos de riesgo. La Asociación Puente de Paz y Alboan, acompañan cada año a grupos de comadronas del Ixcán -municipio situado en el noroeste de Guatemala- no sólo en su formación profesional, sino también en su formación en derechos y organización como colectivo, para poder exigir al estado guatemalteco sus necesidades y prioridades como parte fundamental del sistema sanitario. Este esfuerzo ha hecho posible la formación del Consejo de Comadronas del Municipio del Ixcán.

 

Las comadronas necesitan apoyo del sistema público. En la mayoría de las ocasiones no lo tienen y son constantes sus denuncias en relación con actos de discriminación y racismo que viven dentro del sistema formal de salud, así como la precariedad económica y de insumos con la que realizan su trabajo.

 

Una de las demandas más urgentes de las comadronas es la dignificación de su trabajo. Esta dignificación implicaría el reconocimiento por parte del Estado y la valoración de su trabajo. Implica también el respeto a su trabajo dentro de los centros de salud y poder recibir un incentivo económico anual, que alivie al menos sus gastos básicos de traslados y compra del  equipo necesario. Aunque su trabajo organizado empieza a ver sus frutos, aún queda mucho camino por recorrer.

 

Si te gustaría saber más sobre cómo poder apoyar este proyecto, escríbenos empresas@alboan.org