Pasar al contenido principal

Burundi: ALBOAN apoya cooperativas agrícolas para paliar la inseguridad alimentaria

Burundi: ALBOAN apoya cooperativas agrícolas

La ONG jesuita ALBOAN sigue apoyando junto a Fundación la CAIXA e Inades Formación Burundi el fortalecimiento de 15 cooperativas de café, arroz, té y algodón para tratar de mejorar las condiciones de más de  20.000 campesinos/as en Burundi, enfrentados a una grave crisis alimentaria en un contexto político con grandes tensiones desde 2015

Desde el mes de Abril 2015, hace justo 2 años, Burundi está viviendo la peor crisis política desde el fin de la guerra civil, en 2005. El Presidente Nkurunziza está llevando a cabo en el último año una auténtica “caza de brujas” para silenciar las voces contrarias a su régimen. Formalmente continúa el « dialogo entre burundeses » bajo los esfuerzos de la Comunidad de Africa del Este. Sin embargo no se han producido a día de hoy resultados significativos. Naciones Unidas ha afirmado que el Gobierno de Burundi "ha reducido su cooperación" con el organismo internacional, resaltando que la situación "pone en riesgo la búsqueda de una solución pacífica a la crisis en el país” (http://www.europapress.es/internacional/noticia-onu-afirma-gobierno-burundi-reducido-cooperacion-organismo-internacional-20170310072734.html)

A nivel económico el país atraviesa una profunda crisis económica.

La mayoría de las subvenciones al Gobierno siguen en suspenso, sobre todo las de la Unión Europea, a la espera de que terminen las negociaciones con el Gobierno y se de una solución a la crisis política. Este apoyo presupuestario constituía el 52% de los recursos presupuestarios del Estado burundés antes de la crisis.  Según varias fuentes, las Arcas del Estado estarían vacías, lo que está llevando al Gobierno a incrementar los impuestos sobre la población y sobre las organizaciones que trabajan en Burundi. Se ha aprobado una nueva ley para las ONGs locales e internacionales  que conlleva un mayor control y exigencias por parte del Gobierno.

El déficit de divisas ha provocado un aumento generalizado de los precios, sobre todo de los materiales importados.  Sigue habiendo un bloqueo del comercio transfronterizo con Ruanda, que impacta negativamente así mismo sobre la ruta de los productos provenientes de Uganda. A esto se añaden las limitaciones del transporte de mercancías de provincia a provincia, que plantea problemas de aprovisionamiento. 

En el plano monetario, el poder sigue practicando un casi-monopolio sobre las operaciones de cambio de divisas, autorizando solo la actividad de 3 oficinas de cambio en Bujumbura. El tipo de cambio practicado por estas oficinas es inferior al practicado en el mercado negro. Según varias fuentes, este sistema permite a las autoridades retener casi el 33% de los márgenes generados por las operaciones de cambio. Esta política monetaria y las dificultades comerciales ya mencionadas generan una falta de divisas extranjeras que causa problemas de aprovisionamiento de carburante, abonos agrícolas y medicamentos. 

Como se temía, ha habido una disminución importante de la producción agrícola, por varios factores, entre ellos  la falta de insumos para la fertilización de las tierras y las condiciones climatológicas adversas (inundaciones en algunas regiones, sequía en otras…) En los últimos meses las culturas destinadas al consumo (sobre todo la banana, la mandioca, el maíz y la patata) se han visto afectadas por enfermedades y parásitos (en concreto, un tipo de oruga) que han reducido drásticamente su producción, al no tener en el país acceso a los productos sanitarios necesarios para hacer frente a la plaga.  

La situación de las familias es de una dificultad extrema en muchas zonas del país donde la inseguridad alimentaria se agudiza. Se estima en más de un 60% el índice de malnutrición de la población. La inseguridad alimentaria junto a la crisis política y económica del país  está llevando a muchas personas a marcharse a los países vecinos (Tanzania, RDC o Rwanda). Más de 200.000 personas han abandonado Burundi en el último año.

La población campesina de Burundi vive con mayores dificultades que hace 3 años, cuando se inició la intervención de ALBOAN, junto con Obra Social La CAIXA., en apoyo de 15 cooperativas agrícolas. Las principales realizaciones del proyecto son la  mejora de las infraestructuras y equipamientos en las cooperativas, formaciones para los/las campesinos/as, cursos de alfabetización para mujeres, asesoría a cajas de ahorro locales, etc.

Pese a los desplazamientos de la población y todas las dificultades descritas, se ha aumentado un 25% la adhesión a las cooperativas y a las cajas de ahorro locales (llegando a casi 25.000 miembros), lo que nos lleva a pensar que las cooperativas son, más que nunca, necesarias para la subsistencia de estas comunidades