¿Puede un Estado obligarte a elegir entre tu vida y tu territorio? Más de tres décadas después del fin de la guerra civil, defensores ambientales en El Salvador relatan cómo proteger ríos y comunidades se ha transformado en persecución y exilio. En este episodio de A Contracorriente, escuchamos las voces de Zenaida Serrano y Héctor Barrios, dos abogados ambientalistas salvadoreños que tuvieron que huir del país tras ser perseguidos por defender el agua y la tierra.
A través de su testimonio, descubrimos cómo la defensa del territorio en El Salvador se ha convertido en una causa criminalizada bajo el régimen de excepción de Nayib Bukele.
Datos clave:
- ~10.000 violaciones de derechos humanos documentadas.
- 193 desapariciones forzadas registradas.
- 71 defensores/as de derechos humanos detenidos recientemente; 37 aún en prisión.
- El Ministerio de Medio Ambiente reconoce que hasta el 95% del agua del país está contaminada.
La criminalización de la resistencia
El episodio del podcast A Contracorriente (Alboan) recoge los testimonios de Zenaida Serrano y Héctor Barrios, abogados y defensores del territorio obligados a salir del país tras una campaña sostenida de acoso, allanamientos y amenazas. Sus casos ejemplifican una tendencia: la utilización del estado de excepción como herramienta para silenciar voces críticas.
¿Qué está en juego? El agua y la minería
En departamentos como Cabañas, la posible reactivación de la minería metálica amenaza zonas de recarga hídrica. Héctor alerta: "Nos quieren quitar la vida misma". Para comunidades que ya padecen la contaminación del agua, la apertura a megaproyectos significa un riesgo sanitario y cultural irreversible.
“Bukele quiere contaminar la zona de recarga hídrica sin importarle el derecho humano al agua.” — Héctor Barrios
Modus operandi: intimidación, allanamientos y exilio
Los relatos incluyen la entrada del ejército a viviendas, registros sin justificación clara, seguimientos, llamadas a familiares y mensajes judiciales recibidos en horario nocturno que reabren causas cerradas. Todo ello en un contexto donde el debido proceso está limitado por la figura del régimen de excepción.
Señales frecuentes de persecución:
- Presencia militar constante en territorios de protesta.
- Notificaciones judiciales sorpresivas que reabren expedientes antiguos.
- Detenciones exprés y falta de acceso a expedientes.
- Campañas de estigmatización en redes y medios afines.
Memoria, periodismo y solidaridad
Periodistas como Gabriel Salvador (El Faro) confirman que la persecución se extiende a la prensa independiente. Ante el cierre de espacios cívicos y ONG, el exilio se convierte en refugio —pero también en un desafío: mantener la visibilidad y la defensa desde fuera requiere redes internacionales de apoyo.
Escuchar y difundir estos testimonios es el primer paso. La historia de Zenaida y Héctor recuerda que la defensa del agua no es solo una causa ambiental: es una defensa de la vida y de la memoria colectiva.
