Nuestra respuesta ante la emergencia en Ucrania: 42.658 personas atendidas en 6 países

26/01/2023

El inicio del conflicto armado en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, ha provocado la mayor crisis humanitaria en Europa de la historia reciente. Millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares y otras tantas más permanecen desplazadas o necesitadas en la propia Ucrania.

Se cumplen ya 11 meses en los que desde Entreculturas, Alboan, la Red Xavier y el Servicio Jesuita a Refugiados en Europa (JRS Europe), en el marco de la respuesta global que ha dado la Compañía de Jesús, hemos acompañado a 42.658 personas refugiadas en seis países (Ucrania: 806 personas atendidas; Hungría: 995; Moldavia: 909; Polonia: 2.087; Rumanía: 5.759; y Eslovaquia: 2.102).

La respuesta única y coordinada, denominada One Proposal (Propuesta Única), se caracteriza por ser una propuesta integrada para los próximos tres años con cinco objetivos estratégicos centrados en la atención de las personas: acoger, proteger, promover, integrar y fortalecer a las instituciones.

Gracias al apoyo a la emergencia hemos podido atender a las personas desplazadas y refugiadas:

Repartiendo artículos de primera necesidad y comida caliente.
Organizando traslados internos y hacia los países fronterizos.
Ofreciendo alojamiento a corto y largo plazo a las familias.
Creando grupos de apoyo.
Ofreciendo apoyo médico y atención psicosocial.
Desarrollando actividades recreativas y clases, así como asistencia educativa con tabletas, materiales y conexión a internet.

Los 5 pilares fundamentales que nos guían

Los objetivos estratégicos que han guiado y seguirán guiando la respuesta coordinada se basan en cinco pilares fundamentales:

Bienvenida: abarca desde "eres bienvenido" en la frontera, hasta el alojamiento y la ayuda responsable. Supone acompañar, escuchar sus historias y caminar juntas y juntos sin prejuicios y sin miedo. Este pilar comprende el alojamiento de corta duración, ayuda de emergencia, socorro y asistencia
Protección: nos comprometemos a defender los derechos inalienables de las personas desplazadas, garantizar sus libertades fundamentales y respetar su dignidad. Trabajamos para ofrecer espacios seguros, acogedores y consistentes para alojamiento a medio y largo plazo, asistencia jurídica para garantizar que las personas refugiadas puedan acceder a sus derechos, asistencia sanitaria y apoyo psicosocial.
Promoción: durante los primeros meses del conflicto trabajamos para asegurar las condiciones individuales y sociales de acceso, elección, crecimiento para aquellas personas a las que servimos. Por ejemplo, garantizando que las niñas y niños desplazados por el conflicto tuvieran acceso a la educación, proporcionando recursos para la educación en línea, o incluso estableciendo aulas acogedoras y guarderías. Además, proporcionamos asistencia educativa a personas adultas, en particular, facilitando su aprendizaje de la lengua de los países de acogida y cursos para orientados al empleo.
Integración: trabajamos para responder a la posibilidad de un desplazamiento prolongado, a través de actividades diseñadas para facilitar el bienestar a largo plazo de las personas refugiadas mediante la integración entre las comunidades de acogida, con el objetivo de reducir la marginación social y apoyar sociedades más cohesionadas, inclusivas y robustas.
Refuerzo institucional: trabajamos para garantizar que nuestras contrapartes en terreno, personal y voluntarios tuvieran los recursos, la formación y los equipos necesarios para acompañar, servir y defender a las personas desplazadas por el conflicto. En los países vecinos llevamos a cabo el fortalecimiento institucional mediante la contratación de personal y la creación de un plan regional de formación para el desarrollo de capacidades.