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El Papa Francisco: “Necesitamos un cambio de paradigma en todas nuestras actividades económicas, incluida la minería”

Papa Francisco

Durante la conferencia “Minería para el Bien Común”, celebrada el pasado 2 y 3 de mayo, el Papa Francisco hizo un llamado para reformar el modelo de negocio de la industria minera. El encuentro, organizado por el Dicasterio en Desarrollo Humano Integral, reunió en Roma a agencias y organizaciones católicas que trabajan con comunidades afectadas por la minería y a directivos de algunas empresas mineras líderes en el sector.

En sintonía con la encíclica Laudato Si’ y la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) sobre el extractivismo, el Papa Francisco defendió la necesidad de abandonar “un modelo económico voraz, orientado a la ganancia, con un horizonte limitado y basado en la ilusión de un crecimiento económico ilimitado”.

 

Las comunidades indígenas y el cuidado de la Casa Común

En su discurso, el pontífice aludió al próximo Sínodo de la Amazonía que tendrá lugar el próximo octubre en Roma, para destacar el papel de las comunidades en indígenas y sus tradiciones culturales en el cuidado de la casa común.

Estas comunidades vulnerables tienen mucho que enseñarnos. "Para ellos, la tierra no es una mercancía sino un regalo de Dios y de sus antepasados ​​que descansan allí, un espacio sagrado con el que necesitan interactuar si desean mantener su identidad y sus valores ... Sin embargo, en varias partes del mundo , se les está presionando para que abandonen sus países de origen para dejar espacio para [...] proyectos mineros que se llevan a cabo sin tener en cuenta la degradación de la naturaleza y la cultura ". (Laudato Si’, 146´)

Frente a las amenazas que sufren sus formas de vida, el Papa Francisco instó “a todos a respetar los derechos humanos fundamentales y la voz de las personas en estas comunidades hermosas pero frágiles”.

 

La responsabilidad social corporativa no es suficiente

En segundo lugar, subrayó que “la minería debe estar al servicio de la persona humana y no al revés.” En relación con la acción de las empresas mineras, subrayó que la mera responsabilidad social corporativa no es suficiente y que “los derechos humanos son sagrados e inalienables, independientemente de la situación social o económica de cada uno (...) tanto a las personas involucradas en las operaciones mineras como a aquellos que son defensores de las comunidades locales”. En este sentido, todas las partes implicadas en los proyectos mineros deben asegurar “que las actividades mineras conduzcan al desarrollo humano completo de todas y cada una de las personas de toda la comunidad”.

 

El extractivismo y la economía circular

Frente a la “cultura del descarte” que caracteriza al extractivismo y la tendencia a convertir los bienes en de la naturaleza en capital, el Papa Francisco hizo un llamado a apostar por la “economía circular”. Un enfoque que apueste por “reducir, reutilizar y reciclar” en línea con los Patrones de Producción y Consumo Sostenibles promovidos por el 12º Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las tradiciones religiosas, que tradicionalmente han valorado la templanza y la sobriedad como componentes claves de los estilos de vida éticos, afirmó el pontífice, también tienen mucho que aportar a este debate.

 

El testimonio de los afectados en Brumadinho

Uno de los momentos más emotivos de la audiencia con el Papa fue el recibimiento de Dari Pereira, un superviviente de la catástrofe de Brumadinho, quien vino acompañado por Frei Rodrigo Peret de la Red Iglesias y Minería. Dari, quien perdió a varios seres queridos así como su hogar y todos sus enseres personales durante la rotura de la presa de residuos tóxicos gestionada por la empresa VALE S.A., le hizo entrega de las fotografías de las 270 personas que muertas en este crimen socioambiental, uno de los peores de la historia brasileña. El Papa, conmovido por su testimonio, dió su bendición a las fotos y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y todas las personas afectadas, guardando las fotos con él como muestra de respeto y solidaridad.

 

Siguiendo este encuentro, el pasado 18 de mayo un representante del Papa Francisco, miembro del Dicasterio en Desarrollo Humano Integral, viajó a Brumadinho, Brasil, para conocer en primera persona cómo ha quedado la región tras la rotura de la presa y conocer a las comunidades afectadas por la devastación medioambiental. Puedes leer la crónica del encuentro en este post de la Red Iglesias y Minería.