
Queremos pan, pero también rosas
En 1912, las obreras estadounidenses gritaban ¡Queremos pan pero también rosas!
Estas mujeres vivían en un contexto vital sumamente opresivo pero se atrevieron a soñar un mundo donde la belleza, la alegría, el gozo y el placer fueran posibles.
Su lucha por una justicia mayor evoca las luchas históricas por la liberación de las personas más pobres.
Este año se cumplen 106 años de aquellas marchas obreras en las que las trabajadoras textiles reclamaban su derecho al “pan y las rosas”. Una lucha que en el actual contexto de crisis y recortes cobra especial relevancia.
Por esa razón, un año más te invitamos a que este 8 de marzo, un día histórico para la lucha de las mujeres, salgas a la calle y te manifiestes por la igualdad y por la construcción de un mundo más justo para mujeres y hombres.
Te invitamos también a leer el poema-manifiesto reivindicativo Pan y Rosas (un poema de James Oppenheim) que ha inspirado a muchos colectivos a superar situaciones de injusticia y a aspirar a un mundo más digno para todas las personas.
En el poema resuenan los anhelos que pueden inspirar una cultura de la vida y una lucha por la justicia que no ignoren e invisibilicen la exclusión de las mujeres, la especificidad de su explotación económica y laboral y la creciente feminización de la pobreza.
¡Queremos el pan y las rosas!
Mientras vamos marchando, marchando a través del hermoso día
Un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías
Son tocados por un radiante sol que asoma repentinamente
Ya que el pueblo nos oye cantar: ¡Pan y rosas! ¡Pan y rosas!
Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres
Ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos maternalmente otra vez
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos
¡dennos pan, pero también dennos rosas!
Mientras vamos marchando, marchando, innumerables mujeres muertas
Van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan
Sus espíritus fatigados conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza
¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!
A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores
El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad
Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose
¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos
¡pan y rosas, pan y rosas!
Pan y rosas: la brecha salarial en cifras
Viviane Reding, que fue Vicepresidenta y Comisaria de Justicia de la Comisión Europea, comentaba en 2013 que “la brecha salarial sigue siendo muy amplia y una gran parte de la evolución registrada se explica más por la reducción del sueldo de los hombres que por el aumento del de las mujeres. El principio de igualdad de retribución por un mismo trabajo está consagrado en los Tratados de la UE desde 1957. Ya es hora de que se ponga en práctica de forma universal”.
Sin embargo, a pesar de las numerosas iniciativas legales, normativas y recomendaciones, la brecha salarial entre mujeres y hombres persiste y se mantiene en el tiempo de manera casi invariable:
- Se calcula que en los países de la UE la brecha salarial entre mujeres y hombres es de un 16,3%, mientras que en España es de un 19,3 %, en salario/hora. Si te toman en consideración los salarios brutos anuales, la brecha en España es del 24%.
- Las mayores diferencias se producen en el sector servicios, que es el que mayor número de mujeres emplea. En ocupaciones de tipo medio-bajo, si los hombres cobran 100 las mujeres perciben entre 65 y 67.
- La segregación ocupacional es uno de los factores que se encuentra en el origen de este tipo de discriminación. Fruto de esta segregación existen los empleos considerados femeninos, que se remuneran peor.
- En muchas ocasiones las mujeres tienen que aceptar ocupaciones de mayor flexibilidad laboral para equilibrar las necesidades del trabajo y la familia, lo que contribuye a la citada segregación laboral.
- Un elevado porcentaje de las personas ocupadas en el sector informal son mujeres. El otro trabajo, el del cuidado de familiares y del hogar, sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres, lo que impide en muchos casos su promoción en igualdad de condiciones en el mercado laboral.
Pan y rosas: el trabajo de los cuidados
Vivimos en sociedades dónde lo que se prioriza son aquellas actividades remuneradas, que reportan prestigio y se miden en su valor monetario.
Sin embargo, existen un montón de tareas invisibles que son imprescindibles para sostener la vida de todos y todas.
“Cuidado Resbala” es un documental de 2013 que sigue muy actual, que aborda una de las preocupaciones de la sociedad en general y de los movimientos feministas en particular: el trabajo de los cuidados.
Sin cuidados no hay vida, y sin vida no hay política, ni mercados, ni crisis… absolutamente nada.
Según reconocen las realizadoras en una entrevista, “el tema de cuidados tiene que movilizar diferentes patas: el hombre se tiene que incorporar al trabajo de cuidados y los diferentes gobiernos tienen que asumir la responsabilidad de los cuidados, no pueden hacer responsable a la unidad familiar”.
Pan y rosas: el trabajo de ALBOAN
Desde ALBOAN, trabajamos con colectivos en situación de vulnerabilidad, y es por eso que creemos necesario centrarnos en la situación de desigualdad de la mujer.
Llevamos las reivindicaciones del 8 de marzo a un ámbito global. En los países del "Sur", el impacto de la desigualdad de género es todavía mayor.
Si en los países del norte ya podemos luchar para poder elegir dejar ser valientes y ser mujeres libres, en los contextos donde trabajamos eso no es posible todavía. Las mujeres no sólo se enfrentan a los mismos problemas de las mujeres del "Norte" de forma más grave, sino que tienen otras dificultades añadidas, como por ejemplo:
- matrimonios forzados
- horarios de trabajo excesivos
- problemas étnicos
- mujer utilizada como arma de guerra
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¨Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo¨